Si van a poner a los guerrilleros además a cuidar particulares o a altos funcionarios del gobierno, creo es equivocado.
Otro premio para las Farc es tener a los guerrilleros de escoltas. En mi tierra dirían: están hechos.
Escuché en un programa de televisión que serían mil los guerrilleros que van a capacitar para ser no sólo escoltas, sino que también trabajarán en la seguridad privada.
Soy defensora de la reintegración para la guerrillerada. Estoy convencida que los programas de reinserción bien llevados dan resultados. Van desde estudiar hasta ser empresarios. Eso está bien. Son oficios que se acomodan al estilo de la persona y van desde los más sencillos hasta los más complicados. No podemos olvidar que la mayoría no tienen ni siquiera primaria. El acompañamiento psicológico también es clave en un proceso de paz.
La labor de reinserción deja muchas satisfacciones; es el verdadero cambio de vida para los guerrilleros. Pasar del monte donde siempre estaban huyendo y armados desde muy niños, a la vida en comunidad, sin tener que seguir viviendo en esa raya de lo legal-ilegal que les toca a los escoltas por estar armados. Qué bueno sería alejarlos de eso e introducirlos a una vida normal y cotidiana. Lo que no entiendo es porqué los van a poner de escoltas y en la seguridad privada, si en los últimos años solo han visto armas y combates. Lo mejor para ellos y sus familias es sacarlos del mundo de las armas y llevarlos a oficios más amables.
Entiendo que las Farc, los quieran como sus guardianes, pero pienso que para los guerrilleros que necesitan escoltas, es mucho mejor una persona no contaminada con la guerra. Además hasta por motivos de seguridad nacional es clave tener personas distintas de la guerrilla en esos cargos de protección.
Si van a poner a esos guerrilleros además a cuidar particulares o a altos funcionarios del gobierno, creo es equivocado. Lo más importante de la protección es la confianza. Si esta no existe, lo que puede ser bastante probable, se generarán roces entre el protegido y quien lo protege. Ahora, si ellos piden que los cuide un guerrillero, es otro cuento.
El gobierno y las Farc tienen que entender que este proceso de paz no es soplar y hacer botella. Empezando porque las encuestas muestran que un 70% de las personas no creen que ha sido bueno el manejo del Acuerdo y la misma negociación de paz. Para qué crear un problema que puede ser de grandes proporciones, si hoy no existe el problema.
Ojalá el congreso no actúe otra vez como notario sometido a Santos y a las Farc y no apruebe esa ley, que privilegia a las cabecillas de esa guerrilla. Lo digo, pero estoy casi segura que será aprobado como todo lo que el gobierno diga.
Por todos estos motivos el Centro Democrático debe ganar las elecciones presidenciales en el 2018. También necesita que lo acompañe un congreso serio y comprometido con Colombia. Las Farc tendrán gratis una participación excesiva en el Congreso que no se merecen. Con ellos es que el congreso del 2018 tendrá que lidiar, por eso a votar por personas firmes, transparentes, comprometidos con sus principios, demócratas de verdad, que no se vendan a la guerrilla y a un grupo importante de parlamentarios que seguro hará todo lo que esos narco guerrilleros se les ocurra.
Está en las manos de nosotros los colombianos decidir qué clase de país queremos, si queremos un país donde haya seguridad, confianza inversionista y se logre mayor equidad o un gobierno como el de Maduro o Raúl Castro, en donde la mayoría de la población se quiere ir, escapar porque no resisten las condiciones en que los tienen esos regímenes.
P.D. Y no olvidemos que el espejo de las Farc y de algunos otros son Venezuela y Cuba.
Publicado: junio 21 de 2017