Cuesta creer que las Farc entregaron la totalidad de sus armas. No se sabe si también devolvieron los misiles tierra-aire.
El alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, reconoce que el gobierno no tiene manera de confirmar si las Farc entregarán la totalidad de sus armas, pero que él cree que en efecto sí lo van a hacer.
Eso quiere decir que el gobierno de Colombia cree ciegamente en todo lo que la banda terrorista de alias Timochenko le dice, cuando está probado que el acuerdo de La Habana está erigido sobre una plataforma de falacias.
Las Farc han mentido de manera descarada frente a los menores de edad que tienen en su poder. Para nadie es un secreto que esa organización criminal tiene en sus filas a miles de menores, de acuerdo con estadísticas serias que emanan de entidades como la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación y el ICBF.
A lo largo de los últimos 5 años, esa guerrilla ha manipulado la realidad. Primero dijeron que tenían a 13 niños, declaración que despertó indignación en el pueblo colombiano. Meses después anunciaron que la cifra es diferente y, a cuenta gotas, han ido devolviéndoselos al comité internacional de la Cruz Roja; a la fecha, van 76 menores desincorporados, cifra muy superior a los 13 que en 2014 anunció alias Iván Márquez, pero sustantivamente inferior a la real.
Dice la banda terrorista que en sus guaridas no hay secuestrados, pero la organización humanitaria liderada por el periodista Herbin Hoyos sostiene que la guerrilla tiene en su poder a 738 personas, de las que no se tiene noticia alguna. En diálogo con LOS IRREVERENTES, Hoyos sostuvo que “esas personas fueron secuestradas; por muchos de ellos, sus familias pagaron multimillonarios rescates y nunca se supo de su suerte. Seguramente fueron desaparecidos después de su secuestro”.
Frente a la cuestionada entrega de armas de las Farc y las pomposas imágenes que fueron tomadas en el campo de concentración de Buenos Aires (Cauca), son más las dudas que las certezas.
Lo primero, es que las Naciones Unidas hicieron una verdadera puesta en escena. Construyeron trincheras, pusieron sacos de arena, instalaron contenedores, como si se tratara de un teatro de operaciones de utilería para efectos de que los periodistas pudieran tomar las imágenes con las que se quiere convencer al pueblo colombiano de que las Farc, en efecto, devolvieron el 30% de sus armas.
Resulta difícil de creer que esa organización terrorista, a la que Colombia entera vio armada hasta los dientes en los tiempos del Caguán, tenga el 30% de su material bélico en un mismo punto de la geografía nacional.
Rafael Guarín, quien fuera viceministro de Defensa, analizó con este portal la entrega de armas de las Farc y expresó su desconfianza. “En marzo de este año, el presidente Santos dijo que las Farc tenían 14 mil armas. Dicha cifra fue respaldada por el ministerio de Defensa. Semanas después, la ONU, en el preconteo, aseguró que a las zonas veredales habían ingresado poco menos de 7 mil”, enfatizó el exviceministro.
Pero hay un elemento adicional que obliga a que se enciendan todas las alarmas y que está relacionado con los disidentes de la guerrilla. Al respecto, Guarín recordó que “hace pocos días el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, denunció que hay alrededor de 7 mil milicianos de las Farc que aún falta por desmovilizar. Al hacer el cruce de esas cifras, nos encontramos que en efecto las 7 mil armas que faltan, coincide con el número de miembros de esa organización que no están en la lista de personas por desmovilizar”.
Los misiles tierra-aire
Cuando el general John Kelly se desempeñaba como jefe del comando Sur de los Estados Unidos, declaró ante el congreso de ese país que hay certeza de que las Farc, gracias al dinero obtenido por el tráfico de estupefacientes, contaban con misiles tierra-aire, marca Sam 7.
Es importante que la ONU informe si entre el supuesto arsenal entregado por esa guerrilla se incluyeron dichos misiles de cuya existencia el gobierno Santos tenía conocimiento desde finales del año 2010, por información directa de las autoridades norteamericanas.
Si los misiles no fueron entregados, Timochenko está en la obligación de decir qué pasó con ellos, si fueron incautados por las autoridades, o si fueron vendidos a otros grupos terroristas.
LOS IRREVERENTES confirmaron con una analista del Pentágono, que los Estados Unidos tienen mucho interés en conocer cuál fue el paradero de esos misiles.
Publicado: junio 15 de 2017