Parece que las negociaciones de paz entre el grupo terrorista de las Farc y el presidente, Juan Manuel Santos, no han terminado. No en vano, el mandatario, sin ningún asomo de vergüenza, sigue cediendo ante todos los caprichos de esta guerrilla. Aunque cabe anotar que él no cede de esta manera ante las necesidades de los colombianos, o sino que lo digan los profesores, los chocoanos y los bonaverenses.
Y es que las concesiones con los terroristas no han sido pocas. En efecto, en el país no tenemos idea de cuántos niños y adolescentes fueron reclutados por las Farc, a lo largo de sus 53 años. Y mucho menos existe un consolidado de cuántos menores de edad están en las filas guerrilleras en la actualidad. Porque si bien es cierto que este grupo guerrillero ha desvinculado a 86 menores, el gobierno estaba hablando de una cifra de 170. Entonces, ¿dónde están los otros? Además, ¿por qué Santos ha sido tan laxo en los plazos y en las exigencias frente a este tema?
Por otro lado, el mandatario decidió ampliar en 60 días la reincorporación de guerrilleros a la vida civil, y en 20 días el plazo de la entrega de armas de las Farc. Es decir, ampliar el día D+180, después de la refrendación de los acuerdos. Aunque, es bueno recordar que ni siquiera en el mismo gobierno tenían claridad de cuál era el día “D”.
Pero retomando el tema, es la hora en que los colombianos no sabemos con certeza cuántas armas se han entregado, ni cuántas tiene este grupo guerrillero en su haber. Supuestamente hay 7 mil guerrilleros concentrados. Sin embargo, se afirma que el arsenal que tiene Naciones Unidas en su poder es muy inferior a la cantidad de hombres de las Farc. De ahí que uno se pregunte: ¿quién nos garantiza que se va a entregar la totalidad del armamento, si las mismas Farc parecieran que no saben qué tienen? Pero, claro, eso no es preocupación para Santos.
Aunque acá no terminan las concesiones del presidente. ¿Acaso el país conoce cuáles son las propiedades y cuántos millones de pesos (dólares) tienen las Farc? Según la revista The Economist, el grupo guerrillero tiene una fortuna estimada en $10.500 millones de dólares. Según las Fiscalía les han congelado propiedades por más de $98 millones de dólares a esta agrupación terrorista. Pero, según las Farc, ¡no tienen nada! ¿Acaso el narcotráfico, el secuestro, la extorsión, la minería ilegal y otros tantos negocios ilegales, por más de 50 años, se los pagaban con botones? ¡Qué abuso a la inteligencia de los colombianos!
Y digo abuso porque el pasado 21 de mayo, la Policía Nacional y el Ejército le incautaron a las disidencias del Frente Primero de las Farc, una tonelada de cocaína avaluada en más de 40 millones de dólares. Esto, sin lugar a dudas, nos permite hacernos una idea del negocio de este grupo guerrillero y de su gran fortuna.
Todo lo anterior demuestra que el presidente Juan Manuel Santos, en su absurda y egocéntrica obsesión por hacer historia a toda costa, no tiene ningún problema en aplicar la ley del embudo: lo ancho para las Farc, lo estrecho para los colombianos de bien.
Porque mientras cede sin límite para beneficiar a ese grupo ilegal, a los ciudadanos de a pie los ajusta hasta más no poder. Porque para estos últimos no hay concesiones, no hay plata, no hay más plazos, simplemente no hay. ¡Y no es pesimismo, presidente, es realidad!
Entre tanto seguiremos denunciando desde el Centro Democrático todas estas injusticias e inequidades. Porque si creímos que los diálogos de paz nos habían salidos caros, pues parece ser que la implementación de los acuerdos nos está saliendo peor.
Publicado: junio 2 de 2017