Solo en un par de días ocurrieron dos acontecimientos descarados.
La gente no se entera porque no le gusta leer ni ver noticieros, otros, porque no manejan un lenguaje jurídico y se pierden con explicaciones, por eso he decidido hablarle a doña María, esa mujer que se levanta todos los días muy temprano para ir a su puesto de mercado en cualquier plaza del territorio Nacional.
A una ciénaga muy grande de Santander, lugar de una naturaleza única por donde transita el Jaguar y reside el Manatí, (ambos en riesgo por culpa de los hombres que día a día les quitan pedazos de su territorio) y otros animalitos, llegaron unos grandes “doctores” y compraron unos terrenitos. Esos doctores, resultaron muy cercanos a los otros “doctores” que en época de campaña, van hasta su barrio, prometen y prometen y no salen con nada.
Un día, la gente de la Ciénaga, vio que comenzaban a realizar unos movimientos en la zona porque allí se iba a crear un basurero pero no tenían licencia para ello. Nadie pensó que podrían otorgarle esa licencia pero para sorpresa de todos, resultaron otorgándosela. Dicen que los “doctores” dueños del terreno y los “doctores” del gobierno hicieron sociedad por debajo de la mesa. La gente se molestó, no solo porque están acabando con la ciénaga debido a la contaminación probada de mercurio (un metal que mata y causa deformaciones) en las aguas que toman los habitantes de Barranca, debido a que cerca del basurero, sale el agua que toman 300 mil habitantes, así que comenzaron a denunciar.
Los entes de control, tomaron medidas y estaban a punto de cerrar el basurero cuando el abogado de los dueños, (antes de salir el dictamen extraño y en contravía de toda lógica) contó y quedó por escrito en una conversación con uno de los defensores de la Ciénaga, que los dueños, ganarían la batalla y el basurero continuaba porque quien tiene plata en Colombia marranea y compra justicia, lo triste de todo, es que este abogado, compartió el fallo antes de que saliera. Un auto de un juez, dejo en firme que siguieran envenenado a la comunidad y maltratando a la Ciénaga San Silvestre. La Corte Constitucional, también estuvo de acuerdo a pesar que en el pasado manifestó, y por escrito los riesgos que existían con el basurero, como quien dice doña María, se prostituyó también la Corte Constitucional, ese órgano máximo que debe velar por todo lo que esta consignado en nuestra Constitución pero que no se aplica para los “doctores”.
El otro acontecimiento ocurrió en el recinto del Congreso de la República, allí el Subsecretario del Congreso, un “doctor” actor, se le lanzó a propósito a un camarógrafo y salió corriendo a decir que le habían pegado. Todos creyeron su testimonio y salieron a reprochar la agresión pero para fortuna del camarógrafo, su cámara grabó lo sucedido y también las cámaras de seguridad. Imagínese cómo estamos de mal representados, si eso hace un “doctor” de esos, en ese lugar, ¿qué se puede esperar del tipo de leyes que están elaborando?
Doña María, usted y su familia deciden si quieren que esto continúe. ¿Seguirá usted votando por los mismos que en época de campaña, van y le compran su voto por un tamal?
Sacrifique ese tamal por un futuro mejor para usted y su familia.
P.D. Como aquí la justicia es sobornable, afortunadamente existe la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a la cual será elevada la defensa por la Ciénaga San Silvestre.
¿Cuándo aprenderemos a dejar de decirle doctor a cualquier tipo con plata o poder que no tiene doctorado y tampoco es médico?
Publicado: junio 7 de 2017