El pasado miércoles tres de mayo, en el espacio con el que cuenta Vicky Dávila al medio día en “La W Radio”, estuvo como invitado Jesús Santrich, miembro del secretariado de Farc, autor de múltiples violaciones a menores de edad, de secuestros, extorsiones y matanzas.
Él, como sus demás camaradas se pasean por Colombia cual Arcángeles caídos del cielo, vanagloriándose y posando de impolutos y catedráticos, todo pago con los dineros de los colombianos de bien, vale decir. Y claro, con el beneplácito del gobierno Santos y compañía.
Pues bien, durante la entrevista que duró alrededor de una hora, la periodista Vicky formuló algunas preguntas y planteó diversos temas, los cuales poco agradaron a Santrich, y él, con notada soberbia, cinismo e ironía respondía. Hubo ciertos momentos en donde ello disgustó a la periodista Dávila y se presentó un intercambio de palabras un tanto fuertes; situación incómoda, creo yo, en la mesa de trabajo.
Pero más allá de la incomodidad, podemos observar la soberbia con la cual hoy posan estos personajes. Soberbia que carecían hace unos años, pues la labor de nuestras Fuerzas Armadas había llevado a que estos bandidos se escondieran y huyeran a diario, incluso, buscando refugio en los países vecinos; hoy observamos lo contrario.
Mientras el gobierno de Santos descuidó al Ejército, causando malestar y baja en la moral de la tropa, a la Farc le acrecentaba el ego, inflaba su soberbia y velaba por su bienestar. Algo sumamente grave y nocivo para la institucionalidad colombiana. Hoy, todo el secretariado de Farc ostenta las mismas ínfulas con las que Santrich respondía en la entrevista.
Pero no solo observamos soberbia en aquellos personajes, sino que también esta hace presencia en parlamentarios, que por el hecho de ser afortunados y estar en una lista al Senado ganadora como lo fue y es la del Centro Democrático, creen ser propietarios del partido y de las respectivas direcciones en las regiones. No, no señores congresistas, la época en donde ostentar un apellido era suficiente para que la gente se arrodillara y obedeciera ya pasó, ¿les cuesta tanto darse cuenta de ello? Ustedes deben ganarse el amor de la ciudadanía con trabajo, pero sobre todo con humildad y sinceridad, solo así no solo contarán con la aprobación sino a su vez con el apoyo irrestricto del pueblo.
Debemos recuperar el rumbo en el 18. Las elecciones a Congreso y presidencia serán decisivas para el futuro de nuestra República. Por ello, la coalición del NO debe fortalecer a sus precandidatos, su plataforma ideológica y su capacidad de acción. Esto, solo podrá darse mediante la unión de todos nosotros. Ciertos Congresistas y ciudadanos de a pie deben dejar de lado su egoísmo y “mezquindad” como dirían por ahí. No es momento para ínfulas inanes que en nada aportan en la defensa democrática colombiana. Colombia debe estar por encima de todo ello, los intereses nacionales no dan espera.
Publicado: mayo 4 de 2017