En este primer párrafo quiero hacer un llamado a quienes nos leen, a tener Oración y Solidaridad por Mocoa, lugar que cuando conocí considere “El verde macizo colombiano, donde por encima del conflicto, se inspiran y realizan sueños”.
Largas han sido las discusiones que ha tenido la democracia colombiana, que durante 200 años se ha mantenido estable, aun teniendo puntos críticos. Valientes fueron los presidentes Rafael Reyes, Marco Fidel Suarez, Alfonso López, el general Rojas Pinilla, Laureano Gómez, que por problemas menores que los del actual presidente y por amor a la patria renunciaron al mandato popular que los colombianos le habían dado en las urnas.
Considerar la renuncia a un cargo público es una salida de gran altura, de un talente destacable, es la manifestación de que prima el sentir del pueblo sobre las vanidades personales, este es el consejo que por medio de esta columna quisiera darle al presidente Juan Manuel Santos Calderón.
Hoy Colombia tiene el endeudamiento equivalente al 54% del PIB, un déficit en salud que oscila por 7 billones de pesos, impunidad para quienes cometieron los mas grandes delitos y sobre todo un mal trato a la constitución política, entre otras situaciones que hoy tienen a la sociedad colombiana exigiendo al primer mandatario que replantee su estrategia o de un paso al lado para gobernar la patria.
Las hectáreas de cultivos de uso ilícito han crecido, se dice que casi a 200.000, esa cifra alerta la situación en muchas regiones del país, la falta de acción política frente a la situación del país hermano de Venezuela, al no exigir que se aplique la carta democrática, el aumento de bandas criminales, son razones para pedirle al presidente que actúe o se vaya.
Los 5 presidentes que señalé en el primer párrafo, 2 de ellos generales de nuestras Fuerzas Militares, en el momento que lo ameritaba Colombia, decidieron dar la oportunidad a otro compatriota de llevar las riendas del país, esperaríamos e insistiremos para que Juan Manuel Santos Calderón pueda tener la altura de hacerlo.
Muchas han sido las críticas que rondan frente a quienes representamos un sector del país, nuestras acciones seguirán hasta que se reorienten las políticas públicas que dirigen a Colombia, y es por ello que la tarea mayor será ganar en el 2018, Dios no de la ruta para hacerlo.
El Fast Track, anula el trabajo legislativo y debilita el Estado de Derecho, de este surgió la JEP, firmemos para que por medio del Referendo podamos revocar este mecanismo que no le hace bien a Colombia, la próxima columna explicaré las razones, bendiciones y éxitos.
Publicado: abril 8 de 2017