En Nariño hay la hegemonía de la izquierda legal -que gana allí las elecciones desde hace décadas-, lo que excluye al uribismo de cualquier participación burocrática. Para acabar de ajustar, las Farc, el Eln y las Bacrim, mantienen en la mira a los dirigentes uribistas: varios han sido asesinados y muchos han tenido que emigrar para salvar sus vidas o para no ser secuestrados y despojados de sus bienes.
Algunos dirigentes han claudicado y se han plegado a la mayoría electoral. Los candidatos a las alcaldías de Pasto y de Tumaco del uribismo en las elecciones de octubre de 2015, por ejemplo, se pasaron al santismo/izquierdismo. Ambos dirigieron la campaña del SÍ en el plebiscito. El de Tumaco, incluso –según las autoridades americanas-, se afilió a las actividades mafiosas y está a punto de ser extraditado a los Estados Unidos.
El pasado domingo 23 de abril hubo elecciones atípicas para elegir alcalde de Tumaco, la nueva capital mundial de la coca -en su territorio las Farc y las Bacrim tienen 20 mil hectáreas sembradas-.
En medio de algunas críticas de sus propios copartidarios, la dirigencia del Centro Democrático en Nariño inscribió una candidata “propia” para esas elecciones. Se trata de la líder política, social, catequista católica y pequeña empresaria, Francis Estupiñán.
Algunos uribistas, invocando razones de “realismo político y pragmatismo”, propusieron alianzas con los candidatos que punteaban en las encuestas de de intención de voto, pero el liderazgo del CD en Nariño impuso su criterio, que era compartido por la mayoría del directorio municipal de Tumaco. “Es mejor perder con honor y decencia que ganar con una opción corrupta de cualquier color, de izquierda o derecha”, fue el argumento que esgrimieron. Tanto el presidente Uribe, como el ex vicepresidente Francisco Santos y el senador José Obdulio Gaviria, apoyaron incondicionalmente la estrategia adoptada por los directivos uribistas nariñenses.
Paradójicamente, la campaña de Francis Estupiñán celebró el resultado: escasos 879 votos, como un triunfo. “Somos el único partido que se enfrentó, sin miedo y con apenas unos pocos pesos, a la maquinaria corrupta de la candidata liberal-conservadora-Partido Verde y al candidato ganador, apoyado por una extraña alianza del ex vicepresidente Vargas Lleras y su partido Cambio Radical, con «Voces de Paz», el partido de las Farc”, declaró a LOS IRREVERENTES una de las líderes uribistas de Tumaco.
Por su campaña seria y esforzada, Francis Estupiñán es reconocida hoy por los tumaqueños y nariñenses como la nueva alternativa política para Tumaco y la región pacífica de su departamento. Como dijo Maturana, “perder fue ganar un poco”.
Publicado: abril 25 de 2017