Eran las 9 de la mañana del 1 de abril, un equipo de periodistas de LOS IRREVERENTES llegó al apartamento del exprocurador Alejandro Ordóñez para acompañarlo a lo largo de la marcha contra el gobierno de Santos. Estaba con su esposa Beatriz y sus tres hijas.
En tono afanado, el doctor Ordóñez presionaba a su familia para salir a tiempo. Mientras terminaba de organizarse, explicaba porqué iba a marchar. “Contra este gobierno, contra este presidente ilegítimo que se eligió con los dineros del soborno para entregarle el país a las Farc. Vamos a marchar contra este presidente que le entregó a las Farc un instrumento para perseguir a los colombianos: la justicia especial, que son unos tribunales para la venganza. Vamos a marchar contra un presidente que se robó el resultado del 2 de octubre…”.
Con un grupo de seguidores, emprendieron camino hacia el Parque Nacional que era el punto de partida de una marcha multitudinaria que tenía como meta la Plaza de Bolívar.
Antes de salir, con devoción cristiana, junto a su esposa se encomendaron a la Virgen, besando un hermoso cuadro que tienen cerca de la puerta de su apartamento.
Ordóñez es un hombre que no pasa desapercibido. Como Álvaro Uribe o Laureano Gómez, es alguien a quien sólo se le puede amar u odiar. Con él, gracias a su talante firme y convicciones definidas, no hay espacio alguno para las medias tintas.
Empezó a caminar y poco a poco la gente se acercó. Lo aplaudían, lo tocaban, los jóvenes lo invitaban a sumarse a las arengas contra el presidente. A todo, mientras fuera respetuoso, le dijo que sí.
Se veía emocionado, saludando a las personas, compartiendo con los demás ciudadanos que acudieron a sumarse a la protesta. “Se siente, se siente, Ordóñez presidente…” le gritaba la gente. Él, sin despegarse de su esposa, a todos les estrechaba la mano.
Desde que salió de la procuraduría, Alejandro Ordóñez está dedicado a recorrer el país y a mover en distintos escenarios sus argumentos críticos contra el gobierno nacional. Visita ciudades, pueblos, universidades. Oye a la gente y expone las razones por las que hay que hacerle oposición a Santos.
Al preguntársele porqué no anuncia de una vez por todas que es aspirante presidencial, evade la pregunta diciendo que no está seguro de que en Colombia vaya a haber elecciones en 2018, dando a entender que el presidente Santos posiblemente resuelva quedarse arbitrariamente en el poder.
Pero los hechos son claros: Ordóñez es un jugador muy fuerte de cara a las elecciones de 2018. Tiene que absolver las dudas y tomar muy rápidamente sus decisiones. Cuando una persona habla como candidato, se comporta como candidato, interviene como candidato, no puede pretender presentarse como un ciudadano común y corriente.
El exprocurador tiene su hinchada y eso quedó registrado en la marcha del 1 de abril. Para muchos, aquel día, él salió de su casa como un exprocurador y en la tarde, regresó en condición de candidato a la presidencia de la República.
Publicado: abril 3 de 2017