Entrar en conciencia de las irracionales desigualdades e inequidades en las que convivimos, es para muchos, la oportunidad de aportar en el ideal de construir un mundo mejor para todos, es un concepto que apasiona. Sentimos la urgencia de construir una igualdad social, de cimentar el bien común, e idealizamos al Estado como la organización capaz de financiar, y para algunos, de gestionar todas nuestras necesidades humanas.
De esta manera, pensando a partir de los sueños de juventud, con el corazón y quizás, sin comprender alguna veces, el contexto y la realidad en todo su alcance, los postulados socialistas han sido acogidos por miles de jóvenes con los mejores propósitos e intenciones. Hoy lo vemos en los debates académicos que se suceden en los últimos años escolares y en los postulados de aguerridos jóvenes universitarios, tanto en Colombia, como en los demás países de América Latina.
Con el paso de los años, siento que el sueño se mantiene, se profundiza y se acrecienta. Sin embargo, la realidad de la vida, las oportunidades o las necesidades, la familia, los amigos, la profesión o el oficio, el desarrollo personal, el entorno en el cual convivimos, nos llevan por caminos diferentes a los que nos planteamos inicialmente.
En mi caso personal, el hecho de haber trabajado desde joven, por varios años con responsabilidades de gobierno y por ello de Estado, me brindaron la posibilidad de observar, conocer y poder analizar de una manera, quizás más interna e institucional, un entorno sobre el país y el Estado, que deseo sin pretensiones distintas a las argumentativas, compartir con el jóvenes del país, para promover el debate a través de estas columnas.
Indudablemente, los jóvenes de Colombia cuentan con un sentido de urgencia y de responsabilidad profunda para lograr alcanzar una paz real, acompañada de las oportunidades económicas y sociales que nos otorguen el bienestar para todos.
¡Y cómo vibran los jóvenes por ello! Para la mayoría, es su trascendental visión personal.
Por ello, es esencial para los jóvenes conocer lo que hoy sucede en Venezuela y como ha sido el proceso, para llegar a la absoluta crisis y a la más dramática situación de los ciudadanos, bajo los gobiernos de Chaves y de Maduro.
A través de una serie de episodios de afrenta a la ciudadanía y a la institucionalidad, el chavismo, fue acabando con Venezuela, para llegar a ejercer la dictadura como sistema de gobierno, con la total violación a los derechos humanos de sus ciudadanos.
Es realmente interminable la relación de hechos y de imposiciones de los gobiernos de Chaves y de Maduro, han llevado a cabo para consolidar la dictadura.
Cuando en el año 2002, fue derrocado del poder Hugo Chaves, por altos oficiales que se le insubordinaron, se cometió un error estratégico, que le ha dado al chavismo 15 años adicionales en el poder. Acceder a la petición de uno de los oficiales insurgentes de mantener a Chaves para ser juzgado en Venezuela, hizo que a las 48 horas, el estuviera de nuevo en el poder.
En ese momento, para intentar restituir la democracia, instalaron una mesa de negociación y acuerdo, que tiempo después, propuso la convocatoria de un referendo revocatorio como lo llamó la oposición, o ratificatorio como lo llamó el chavismo. A partir de esas votaciones, el chavismo se fue empoderando a través de prácticas totalmente antidemocráticas.
Por ejemplo, incorporaron en las leyes elementos no aprobados por los ciudadanos; quebraron el sistema democrático, al anular la independencia de la justicia; expropiaron y continúan haciéndolo, a cientos de empresas.
De acuerdo con datos de Transparencia Venezuela, el Estado venezolano es dueño de 505 empresas, de las cuales 353, es decir el 70%, fueron creadas por Hugo Chaves durante su gobierno y el 30% corresponden a procesos de expropiación impuestos desde el Estado, tanto a empresas locales, como a empresas multinacionales.
Más grave aún, sin ningún tipo de vergüenza, han perseguido a los políticos que se han opuesto a la tiranía. Hoy Venezuela tiene más de 120 presos políticos. El símbolo de ellos, es Leopoldo López, quien lleva más de 4 años preso, y como todos, en unas condiciones absolutamente inhumanas. Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas, preso sin pruebas y sin juicio. También se encuentran presos, estudiantes, mujeres, policías, en fin. Todo el que considere el gobierno dictador que esté preso.
Adicionalmente, hace unos días oficialmente, el gobernador del Estado venezolano de Amazonas, denunció la presencia en su territorio de alrededor de 4.000 milicianos de las Farc. Lo cual, el gobierno venezolano ni siquiera niega. Vale la pena recordar, que hace alrededor del 7 años el gobierno de Colombia en sesión plenaria de embajadores ante la OEA, presentó públicamente toda la documentación de las pruebas recogidas sobre los diferentes campamentos de los cabecillas de Farc en Venezuela.
Respecto de una salida política a la crisis, el 30 de octubre del 2016, inició una mesa de dialogo con apoyo de algunos actores internacionales, como El Papa Francisco y el expresidente Español Rodríguez Zapatero. Este instrumento en la práctica ha favorecido dilatar cualquier solución, mientras continúan los atropellos de la tiranía. Por ejemplo, el pasado 30 de marzo, el Tribunal Supremo de Venezuela, dominado por chavistas, arrebató las funciones del poder Legislativo de Venezuela, que cuenta con mayorías de oposición. Producto, de la presión social y las marchas, algunas de estas revocatorias, fueron reversadas.
En el ámbito social ocurre una absoluta catástrofe, con escases de alimentos, de medicinas, de oportunidades, todo ello afectando gravemente a las familias en todos los estados.
En el campo económico la situación es también lamentable. Venezuela se financia principalmente del petróleo que está en una total caída. Los ingresos por esta renta pasaron de 39.700 millones de dólares en el año 2014, a tan solo 5.300 millones de dólares en el año 2016.
Frente a los medios de comunicación y la libertad de prensa, Venezuela se ubica en el puesto 117 de los 179 países evaluados por la ONG Reporteros Sin Fronteras. Y se denuncia una creciente censura, por ejemplo en los servicios de internet o los robos y atracos permanentes a periodistas.
Por todo ello, los ciudadanos venezolanos ya cansados, han salido a las calles a marchar y movilizarse de manera pacifica. No pueden tolerar más la situación. Vemos las imágenes de ciudadanos de todos los sectores profundamente afectados y firmes, batiéndose para encontrar una salida. Reclaman democracia, reclaman ayuda internacional, la aplicación de la carta democrática de la OEA. Reclaman que cese la tiranía y la realización de elecciones. Necesitan de la presencia permanente de la comunidad internacional y de su respuesta decisiva de no dejarlos solos.
En las marchas de las ultimas semanas, 9 personas han perdido la vida y cientos han quedado heridos. Los enfrentan con grandes cantidades de gases lacrimógenos y balas de goma, les cierran el paso por diferentes frentes. Lo mas preocupante, es la respuesta de Maduro, proponiendo entregar armas a más de 500.000 mil civiles, para que armados, salgan a las calles a defender su dictadura.
En conclusión, la situación actual de Venezuela, necesita del apoyo de la comunidad internacional y la fuerza de los venezolanos, para salir de esta absoluta crisis. Y, en efecto, serán los jóvenes venezolanos quienes, ejerciendo su liderazgo y compromiso, se encargarán de sacar al país adelante y de sembrar las bases para recomponerlo.
Finalmente, a todos los jóvenes colombianos, les quiero invitar a que conozcan y comprendan no solo la realidad, sino las causalidades que llevaron Venezuela, país hermano, a ser gobernados por la dictadura. A que vislumbren, que Colombia podría llegar también a esa descompuesta y siniestra situación. Y, a que entiendan que en sus manos está, evitarla para Colombia. Hace dos décadas, nadie pensaba que los ciudadanos venezolanos vivirían el infierno y la agonía que hoy viven. Atención de todos, para evitar que se repita en Colombia.
Publicado: abril 24 de 2017