Un apagón, dice la RAE, es la “interrupción pasajera del suministro de energía eléctrica”. Estos son muy “comunes” en ciertas zonas del mundo y claro, en varias regiones del país, como por ejemplo lo que ocurre (infortunadamente) en la costa colombiana, tema conocido por todos.
Pero -no sé si en otros países- en Colombia los apagones suelen ocurrir justo el día de elecciones, ya sean de carácter nacional o regional y local. Los cuales, sin duda, terminan favoreciendo a equis candidato.
El pasado domingo 02 de abril, en Ecuador tenia cita la democracia, pues se elegiría en segunda vuelta al próximo presidente de ese hermano país. Por un lado, se tenía al candidato oficialista Lenin Moreno (curioso nombre, lo sé) y en el lado opuesto al señor Guillermo Lasso.
El día transcurrió y los ecuatorianos acudieron a las urnas a ejercer su derecho al voto, a elegir una continuidad de políticas o un cambio en el manejo del país. Se esperaban unas elecciones transparentes, en donde el único vencedor debía ser el clamor popular. Pero no fue así, veamos.
Horas antes de las elecciones, tres encuestadoras de altísimo respeto y credibilidad, daban por ganador a Lasso, y menciono esto, ya que allá en el Ecuador la relevancia que le da la gente al resultado de estas encuestadoras es importante, resultados por supuesto contrarios a lo presentado horas después por la autoridad electoral de ese país.
Por otro lado, la página del Consejo Nacional Electoral (CNE) debía informar al mundo sobre cómo avanzaba el escrutinio, pero curiosamente no fue así. Durante dos horas esa página web estuvo caída, no permitía al mundo el acceso a tan vital información; los responsables dijeron que se debía a un “apagón”, el cual afecto el debido funcionamiento. Superado esto, la página del CNE comenzó a subir los resultados, los cuales, en principio, daban la delantera a Lasso.
Pero, el afán de maquillar los resultados a favor de Lenin, llevó al CNE a cometer serios errores. En esta imagen, podemos observar como Lasso tenía 4.621.654 votos (48.93 %) y Lenin 4.323.513 (51.07 %). ¿Cómo alguien puede tener mayores votos, pero registrar menor porcentaje? Cualquier ciudadano, con un mínimo de conocimiento sobre matemáticas sabría que aquí hay una irregularidad absoluta.
Por otro lado, se ha conocido que en 1.795 actas –que representan 592.350 votos- se han presentado irregularidades de diversa índole. Se han contrastado las actas originales, repito: originales, de las mesas de votaciones con las subidas por el CNE a su web. Y se ven fácilmente, hechos como que hay actas que no cuentan con la firma del presidente de la mesa, ¿quién se hace responsable o quien es el autor de ello? Les contesto: nadie. En otras actas, se ve como la firma original no coincide con la firma que reposa en las actas subidas por el CNE. También se logra observar, por poner un ejemplo de muchos fácilmente demostrables, que en un acta original Lasso obtenía 142 votos y Lenin 89, pero esa misma acta ya en la web del CNE, registra que Lasso tiene 89 y Lenin 142 votos, es decir, hubo un cambio notorio para favorecer al candidato de Correa.
Estas son unas pocas pruebas que quise traerles a ustedes, respetados lectores, de las muchas que se presentarán por parte de la campaña de Lasso. Según reza en la normatividad ecuatoriana, deben esperar a que el CNE los notifique del resultado oficial y así poder impugnar este.
Esto no se trata de unas elecciones, no. Esto se trata de la democracia, se trata de que el pueblo ecuatoriano está cansado del mal gobierno de la izquierda latinoamericana, que allí en su país está representada por Correo y compañía, y que el pasado 02 de abril dijeron no más. El pueblo quiere un cambio, el pueblo votó por el cambio, no violen la voluntad popular. Que no haya un apagón en la democracia, tal como desean algunos.
Publicado: abril 6 de 2017