Salir a marchar es mucho más que hacer un acto de presencia. Es mucho más que caminar al lado de unas personas. Marchar, como lo haremos este 1 de abril, es unir nuestra voz para decirle al gobierno de Juan Manuel Santos, ¡NO MÁS! Porque han sido dos periodos en los que el presidente ha demostrado, con creces, su desprecio por el pueblo, por todos los colombianos buenos, los de a pie, los que tienen que luchar, trabajar y guerrearla para vivir.
Es por eso que ¡vamos a la calle! Porque en cada paso está nuestro deseo de avanzar, de cambiar y de mejorar la situación que actualmente vive el país. Porque ya es hora de decirle a Santos que estamos cansados de la corrupción, ¡de su corrupción!, de esa “mermelada” que endulza a unos pocos y que cada vez empobrece más a los colombianos. Aunque eso, claro, no es importante para el presidente y sus ministros.
¿Será que el señor presidente sabe lo duro que se ha vuelto hacer mercado para los colombianos? ¡Que no hay sueldo que alcance! ¡Que ahora toca recortar de aquí y de allá para poder vivir! Que esa última Reforma Tributaria castiga el bolsillo del pueblo sin compasión. ¡No lo sabe y no le interesa!
Finalmente, Santos vive en su propia burbuja, en una “Colombia irreal e imaginaria”. Una Colombia en la que caben él, las Farc y, también, los de Odebrecht. Pero en la que la voz del pueblo no tiene espacio, tal como quedó comprobado con el triunfo del “No” en el plebiscito. Y es que es lamentable ver como se ignoró, se pisoteó y se abusó de la voluntad de los colombianos. No importaron los votos y que en las urnas se dijera que no se quería ese acuerdo de paz. ¡No lo queríamos así! Sin embargo, hoy estamos viviendo dicho acuerdo acomodado, amañado, en la versión que Santos nos quiso imponer.
También, por eso marcho el 1 de abril, porque yo le dije ¡no! una vez y ahora se lo vuelvo a decir, señor presidente. Porque nos duele ver que en su gobierno todo se hace “al tapado”, a las escondidas, con mentiras. Porque a usted solo le importan sus amigos terroristas de las Farc; sus amigos de Venezuela y Cuba; sus amigos de “mermelada”.
Por eso hoy quiero invitar a todos los colombianos, ya sea que vivan aquí o en el exterior, a que se unan a esta marcha. Tenemos muchas, ¡muchas!, razones para alzar nuestra voz de inconformidad y, sobre todo, porque ya es hora de recuperar ese lugar digno, ¡de colombianos orgullosos!, que nos ha sido arrebatado.
Salgamos a la calle, usemos nuestras redes sociales, porque somos colombianos valiosos, nos merecemos un gobierno que nos respete. Así que Armenia, Villavicencio, Neiva, Bogotá, Cali, Cúcuta, Valledupar, Cartagena, Pereira, ¡todo el país!, unámonos. Vale la pena, vale el esfuerzo, vale el tiempo, vale porque es nuestro futuro el que está en juego.
La cita es a las 10 de la mañana. Ya es hora de que tu voz se una a este clamor nacional. Queremos una Colombia justa, en equidad, con una paz de verdad, en la que no se roben nuestros impuestos, en las que seamos tratados como ciudadanos de primera y no de quinta, en la que la justicia y las instituciones ocupen el lugar que, de verdad, les corresponde.
¡El 1 de abril nos vemos! Yo marcho de corazón, con convicción, porque creo en un país mejor, así como tú.
Publicado: marzo 31 de 2017