La manifestación social es una de las principales expresiones de la democracia. La participación ciudadana no se reduce a ejercer el derecho al voto, el ciudadano tiene la obligación de protestar, de salir a la calle a manifestarse cuando el gobierno actúa de manera arbitraria y abusa del poder, cuando desconoce el derecho sagrado de los ciudadanos a decidir sobre el futuro de su nación y cuando busca satisfacer intereses personales en detrimento del bienestar colectivo.
Hoy los colombianos tenemos mil razones para marchar, cada uno tiene las suyas, la difícil situación que esta viviendo el país afecta a ciudadanos de todos los estratos socioeconómicos, campesinos, jóvenes, trabajadores, empresarios, familias, gremios. Las cosas no van bien, en los buses, en los salones de clase, en reuniones familiares, en las redes sociales se siente una creciente preocupación por la situación del país.
Nos han saqueado los bolsillos con la reforma tributaria aprobada por el gobierno Nacional, el aumento del IVA al 19% ha reducido el consumo de los hogares, constituyéndose en un impuesto regresivo que golpea a los más pobres. Mientras tanto, los colombianos vemos cómo el gobierno Santos reparte contratos a sus amigos a cambio de coimas y sobornos, poco a poco va saliendo a la luz pública todo el entramado de corrupción que involucra a las campañas de Juan Manuel Santos, altos funcionarios de su gobierno y Odebrecht.
Santos, el Nobel de Paz, le entregó a las Farc parte de nuestra institucionalidad, les hizo un tribunal a su medida, les garantizó impunidad para crímenes atroces, les escrituró 10 curules en el congreso, pero se le olvidó exigir la liberación de los niños reclutados, que hoy permanecen secuestrados por las Farc. Salgamos a la calle a exigir que los liberen, el gobierno los olvidó pero sus familias los esperan.
Nos dijeron que los colombianos tendríamos la última palabra frente a lo acordado con las Farc, pero ganó el No en el plebiscito y aun así Juan Manuel Santos hizo lo que le dio la gana. Ha abusado del poder, ha modificado la constitución de manera ilegal y arbitraria, ha desconocido el mandato y la voluntad popular.
Tenemos que salir a la calle a defender nuestro voto mayoritario por el No, tenemos que salir a defender el derecho de los ciudadanos a decidir, tenemos que salir a exigir que se respeten las decisiones democráticas. Ni el Congreso ni las Cortes han salido en defensa de la decisión del pueblo soberano, tenemos que ser los ciudadanos quienes lo exijamos.
Santos debe renunciar. No podemos seguir quejándonos desde la casa, hay que salir a marchar, hay que salir a defender la democracia, el Estado Social de Derecho, hay que salir a defender nuestra Constitución. La Constituyente la tendremos que hacer entre los colombianos, no entre Santos y las Farc. El 1 de Abril vamos a la calle.
Publicado: marzo 17 de 2017