Acuérdese Juan Manuel Santos (JMS), que aunque pueblos hermanos, Colombia no es Venezuela, ni Bogotá es solo Colombia, y no todos los colombianos tenemos un precio, al fin al cabo abundan todavía almas superiores.
Escribí en un artículo pasado, publicado en esta página de Los Irreverentes (Ver Un mismo destino fatal), sobre las similitudes que han vivido los dos pueblos hermanos; Colombia y Venezuela, las cuales se remontan a tiempos inmemorables, a circunstancias históricas: unas gloriosas y otras desafortunadas pero vividas conjuntamente.
Lo que sucede actualmente en Venezuela, cuyo pueblo hastiado de la manera como son gobernados, ha motivado su salida a las calles por miles de personas a protestar. Algunos de los opositores han sido detenidos por el gobierno, y llevan años arrestados. Han hecho múltiples y populosas manifestaciones, todas sin efecto alguno. A los gobernantes venezolanos les importa un bledo todo lo que hagan, les entra por los ojos y le sale por los oídos. Esta situación aparentemente sin ninguna importancia para los colombianos mas allá del dolor que produce ver al hermano pueblo padeciendo injustamente, ha sido el medidor, el calibrador, el termómetro para que el presidente JMS empiece a imitar al presidente Nicolás Maduro, haciendo lo que le da la gana.
Debo recordarle a JMS que el pueblo colombiano aunque hermano del venezolano es completamente diferente. Aquí hay paisas jodidos, tolimenses verracos, costeños altaneros, llaneros alebrestados, santandereanos feroces. Aquí la gente no es como en Venezuela, aquí nos hemos acostumbrados históricamente, sin distinción alguna, a derramar sangre si es necesario cuando se trata de perjudicar al pueblo. La historia nuestra está plagada de quejas de nuestro pueblo contra la tiranía. Basta con mirar la historia reciente de la gesta de independencia para darse cuenta que el libertador Bolívar opto por venirse a Colombia dada la enjundia que habían demostrado sus habitantes, se podría decir que la independencia de la América Hispánica se inicia en Colombia. La famosa Campaña Admirable fue diseñada por colombianos. Acuérdese que cuando el Libertador arribó a Colombia era solo un simple Coronel, y al salir de ella iba hecho todo un General.
Así que JMS no nos subestime, no se “pase por la faja” como lo está haciendo al glorioso pueblo colombiano. Acuérdese que si hay que volver al monte a defender la democracia con mucho gusto se hará. Si hay que seguir derramando sangre para que se hagan las cosas con justicia y sin atropellos se derramara. Si toca tomar las armas, con valor y pasión se tomaran. No se equivoque JMS y haga las cosas con sumo cuidado y sin arbitrariedades, acuérdese que el corazón de cada uno de los colombianos está lleno de pólvora. Y que el camino por donde nos conduce su “paz” puede estar cargado de mucha más violencia.
Publicado: marzo 8 de 2017