Francisco José Tamayo Collins: 56 millones…

Ojalá fuera el número de toneladas de alimentos de excelente calidad, 100% naturales, que desde Colombia exportáramos a los países más ricos del mundo, si asumiéramos con seriedad las posibilidades del campo, bajo unos parámetros profesionales, donde los conceptos bien sembrado y cultivado con esmero, sin agroquímicos ni transgénicos, fueran el eje de una política agropecuaria que pensara más en el bien común y menos en los intereses particulares.

O mejor, que fueran los 56 millones de dólares diarios que podríamos raparle de las garras a la corrupción, que devora con fruición el presupuesto y liquida las oportunidades de nuestra gente en salud, educación y vivienda, a merced de “brillantes” intermediarios que no se detienen en su voraz ambición de tener todo lo que no es de ellos, a costa de nuestro propio desarrollo como nación.

Sería algo muy positivo. No obstante, los 56 millones a los que nos referimos, son los bebés no nacidos, que son abortados cada año en el planeta Tierra. Sí, leyó bien: 56 millones de creaturas, llámelos mórula, embrión o feto, porque hay países en donde un aborto se puede realizar, incluso en el octavo mes de gestación.

Escribimos estas líneas como resultado de una experiencia significativa: la madrugada del último domingo tuvimos la oportunidad de ser parte de la jornada de oración #40DíasPorLaVida. Entre las 3 y las 6 de la mañana, nos acercamos a una humilde, pero poderosa causa, donde millones de personas en el mundo, se unen para orar en defensa de la vida.

Vivimos tres horas de mucho frío, nada de lluvia y una dosis infinita de amor, rica aromática y Fe viva. Algunas personas dirán que ir a ese tipo de lugares es una pérdida de tiempo. Les decimos, con toda honestidad, que vale la pena.

No sabemos cuántos abortos se eviten con las oraciones de las personas voluntarias que se acercan a compartir un Rosario o una plegaria colectiva; sin embargo, participar en este tipo de eventos, es urgente, pues hay datos exactos, que nos conectan con una realidad que se sale de todo límite: la industria del aborto mueve cifras aterradoras y mucho más dinero de lo que cualquiera pueda imaginar…

*En el mundo se realizan más de 106 abortos por minuto, para un total –repetimos- de 56 millones de seres humanos, no nacidos, que son privados del derecho a la vida, por año, lo que equivale a la población de Colombia, Panamá y Costa Rica unidas.

*En Colombia, un procedimiento de aborto cuesta entre $450.000 y $1’500.000, y las EPS están obligadas a pagar estos servicios.

*Un 13% de las mujeres que acuden a estas prácticas, pierde la vida, debido a que no siempre la calidad de las instalaciones o del equipo médico que las atiende son las más idóneas.

*Cuando una mujer se practica un aborto, el riesgo de perforación de útero o de sufrir hemorragias es elevado, pues al acabar con una vida dentro del vientre materno, se está forzando algo que se opone a la naturaleza, y atenta contra la salud de la madre flagrantemente.

*Los bebés abortados, en muchos casos, son desmembrados, y sus restos son utilizados como materia prima para la fabricación de productos de belleza y de alimentos. Es importante anotar que el aborto no es más que un simple eslabón dentro de una cadena que está matando no sólo a 56 millones de bebés al año, sino a un número indefinido de consumidores…

*Las clínicas que practican abortos tienen metas empresariales de un 80-100% de crecimiento al año. Lamentablemente, lo consiguen con facilidad. En sólo Bogotá, por citar un caso, Oriéntame, nombre de un abortorio legal, cuenta con sedes en Suba, Teusaquillo, Usaquén y Kennedy. Y sus ganancias son tan altas, que ya abrió sede en Pereira, donde «atiende» a miles de mujeres en el Eje Cafetero.

Con todo respeto: ¿Cuál es la relación entre la industria de productos cosméticos y de alimentos con la industria del aborto?  Que se haya disparado el cáncer como enfermedad en el mundo, ¿no tiene nada que ver con la manera como se ha modificado la alimentación humana en los últimos años?

#40DíasPorLaVida. Vigilia pacífica para orar por el fin del aborto: desde el 1 de Marzo hasta el 9 de Abril 2017.  Más información en redes sociales.

@tamayocollins

Publicado: marzo 15 de 2017