No es que les crea a las FARC cuando ellos dicen que llevan 52 años peleando por el pueblo y contra las desigualdades sociales, la pobreza, los corruptos etc., pero esta organización terminó siendo terrorista y productora de coca a gran escala. Ellos fueron y siguen siendo los verdugos más grandes del pueblo. Les secuestraron a sus hijos, les acabaron el campo y les quitaron cualquier opción de progreso durante este tiempo.
Además, haciendo caso estricto a que el fin justifica los medios ellos firmaron un acuerdo de paz; un contubernio sin capitulaciones con el régimen que dicen haber combatido tanto tiempo en donde los corruptos pululan y compran lo que se tiene que comprar para lograr los objetivos como los medios de comunicación, los contratistas, los premios internacionales, etc.
Nada más cierto que la frase que pronunció el presidente Andrés Pastrana: “este es un acuerdo corrupto entre un gobierno corrupto y una guerrilla corrupta”.
Todavía no se sabe hasta donde puede llegar el tema Odebrecht. Los ciudadanos del común esperamos que se llegue hasta las últimas consecuencias y hasta los últimos individuos que se hayan lucrado con estos hechos. El país debe aprovechar que los Estados Unidos esté metido en el tema porque esto hará más difícil su olvido. Por más cortinas de humo que fabriquen como la reforma política, Colombia repunta, etc., no van a lograr esconder este escándalo.
Estos matrimonios por conveniencia casi nunca terminan bien ya sea porque unos y otros se aprovecharán mutuamente o porque se traicionarán muchas veces. Van casi 100 días desde que se refrendaron los acuerdos ilegítimamente y no tenemos noticias de la entrega de menores y todavía no es claro como va a ser la entrega de armas, ni la erradicación de cultivos.
Así es la vida, me he encontrado con personas que vienen apoyando este proceso incondicionalmente, que votaron Sí, que consideran que la paz se debe hacer a costa de todo y que les entró preocupación a posteriori por la JEP y por el mal uso que quiere hacer el gobierno del Fast-Track en el Congreso. Mucho lo advertimos, mucho tratamos de hacerles caer en cuenta que era muy peligroso entregar tanto poder al ejecutivo, más aún cuando ha demostrado que no tiene el menor recato para hacer lo que se le da la gana. Acordémonos que no respetaron las urnas, perdieron el plebiscito e hicieron conejo. Si un gobierno democrático no respeta las elecciones, ¿qué nos queda?
Muy mal ha empezado el proceso con el ELN. Se les nota cero disposición y han arreciado los ataques terroristas. Se han dado cuenta que las Farc sacaron mucho rédito con acciones parecidas y ellos quieren más.
Publicado: febrero 27 de 2017