El excomisionado de paz del gobierno del presidente Álvaro Uribe, Luis Carlos Restrepo habla en exclusiva con LOS IRREVERENTES.
LOS IRREVERENTES. Usted no suele participar en debates partidistas. Muchos se preguntan porqué rompió su silencio para pedir una investigación sobre la campaña de Óscar Iván Zuluaga.
LUIS CARLOS RESTREPO. El doctor Zuluaga ha dicho que recurrió a una poderosa empresa contratista del Estado con intereses en el campo de la infraestructura, para establecer contacto con un asesor en marketing político que necesitaba para su campaña. Se sabe además que un miembro de su equipo político había trabajado para esa empresa contratista y viajó con el candidato a una reunión en Brasil, con tiquetes pagados por esa empresa. Se ha dicho que un representante de la mencionada empresa asistió a la reunión con el señor Duda Mendonça. Esos son los hechos que califico como éticamente cuestionables.
No se trata de asuntos que tengan que ver con la esfera penal. No cuestiono la legalidad del contrato o los honorarios pagados al señor Mendonça. Tampoco me pronuncio sobre el supuesto pago paralelo que Odebrecht habría hecho a este asesor. De allí que hable de un asunto ético que se debe resolver en términos políticos. Y lo hago porque este tipo de relaciones entre contratistas del Estado y candidatos es el clima perfecto donde nace la corrupción.
L I. Hay quienes dicen que se trata de una movida política para sacar a Zuluaga de la carrera presidencial. Qué dice al respecto.
L C R. Eso no es cierto. De hecho, no planteo que el doctor Zuluaga retire su precandidatura. Pido que sea investigado por el comité de ética y eventualmente sancionado. Tal como están las cosas, se trata de un falta que no lo inhabilita para seguir con su campaña, pues nadie ha hablado de participación en hechos de corrupción. Ni tampoco de acuerdos con la empresa contratista para favorecerla. Pero si es necesaria al menos una amonestación y un reconocimiento de la falta por parte del precandidato, de tal manera que no la vuelva a repetir.
En ese sentido, me parece excelente la propuesta que hizo el expresidente Uribe al remitir la carta al comité de ética, para que este tipo de contactos entre candidatos y empresas contratistas esté prohibido. Si eso se pone en marcha se produciría una gran revolución en la política colombiana. Pues debo decirlo con franqueza, lo que hizo el doctor Zuluaga lo hacen todos los días los políticos en Colombia. Que el Centro Democrático tome la iniciativa al respecto, lo pondría a la cabeza en la lucha contra la corrupción.
L I. Algunos críticos de su carta, como Fernando Londoño, dicen que es absurdo prohibir a los candidatos reunirse con empresarios o banqueros. ¿No cree usted que tiene razón?
L C R. Un candidato se puede reunir con empresarios y banqueros, lo mismo que lo hace con sindicalistas o profesores, campesinos o madres comunitarias. No para pedirles que le ayuden a entrar en contacto con un asesor para su campaña política sino para hablar de asuntos generales, programáticos. Sería bueno definir claramente las reglas de esos encuentros, que deben ser además públicos.
Me preocupa que el doctor Londoño esté desviando la atención sobre el núcleo del problema y que como presidente de la dirección nacional del Centro Democrático se muestre en desacuerdo con la sugerencia hecha por el expresidente Uribe de prohibir este tipo de encuentros. No es bueno, por demás, que como alto directivo del partido hable de planes para dividir al Centro Democrático que simplemente no existen.
Tanto el doctor Zuluaga como el doctor Londoño deben reconocer que no tiene ninguna presentación acudir a una poderosa empresa contratista en el campo de la infraestructura para acercarse a un experto en marketing político. Nada tiene que ver una cosa con la otra. Menos aún que se den zonas grises que permitan a la empresa contratista considerar después que puede cobrar el favor prestado.
L I. Algunos medios de comunicación han dicho que con su acción pretende favorecer la candidatura de Iván Duque, quien sería de sus simpatías.
L C R. Eso es falso. No he tenido acercamiento con el senador Iván Duque ni respaldo su candidatura. De hecho, no tengo ninguna preferencia entre los precandidatos. Me parece que el doctor Duque es una opción fresca que le hace bien al partido y puede acercar a sectores juveniles. Sin embargo, como él también estuvo en la reunión de Brasil, debe decir con claridad si sabía que Odebrecht pagaba el pasaje de uno de los compañeros de viaje y si es verdad que un funcionario de esa empresa participó en la reunión. Debe también pronunciarse sobre la propuesta que ha hecho el expresidente Uribe de impedir a los candidatos contactos con contratistas para pedir favores de campaña y si está dispuesto a aplicarla.
Me parece además importante que el doctor Duque aclare las críticas que algunos hacen al interior del partido en torno a su posición sobre el millonario George Soros, cuyas tesis ha defendido. Aunque los principios filosóficos en torno a la sociedad abierta que toma Soros de Karl Popper me parecen valiosos, muchos cuestionan la aplicación que hace de ellos al campo político. Por ejemplo, su apuesta por un capitalismo especulativo que se extiende sin fronteras, mientras dedica parte de sus ganancias a financiar causas para desestabilizar gobiernos que no comparten sus puntos de vista. Sectores del CD defensores de las fuerzas armadas han comparado viejas declaraciones de Duque, sobre un general retirado, con las posiciones asumidas por el señor José Miguel Vivanco, cuya organización, financiada por Soros, ha sido hostil al expresidente Uribe y a la política de seguridad democrática.
Iván Duque no puede rehuir el debate. Debe decir de manera pública hasta dónde llegan sus simpatías por Soros y qué lo distancia de él. Pues si sus decisiones como presidente van a ser tomadas teniendo en mente la aprobación internacional de los amigos de Soros, tienen entonces razón quienes advierten que estaríamos ante una versión agravada de Juan Manuel Santos.
L I. Qué cree que pasará con su denuncia. ¿Habrá una sanción por parte del comité de ética?
L C R. Ya circula la tesis según la cual el comité no es competente para pronunciarse, pues para la época de los hechos el Centro Democrático no existía como partido. Se dice que lo que existía era un grupo de ciudadanos que impulsaba una candidatura. Aunque el argumento es lógico desde el punto de vista jurídico, resultaría desastroso en lo político. Creo que el comité debe investigar y pronunciarse, fijando posición sobre la sugerencia hecha por el expresidente Uribe de prohibir ese tipo de contactos de candidatos con contratistas como norma incorporada formalmente a los estatutos del partido.
En mi opinión, el doctor Zuluaga debería adelantarse a la decisión del comité, aceptar que cometió un error y enmendarlo asumiendo la recomendación hecha por el expresidente Uribe en torno al funcionamiento de las campañas. Eso mostraría madurez política y a lo mejor le ayuda a superar la crisis y a mantener su favorabilidad dentro de los sectores del partido que lo apoyan. Si persiste en desconocer los hechos mientras sus amigos atribuyen mi denuncia a conspiraciones imaginarias, su candidatura terminará debilitándose, haciéndole de paso daño a la colectividad, pues por su talante de luchador no dejará fácilmente la contienda. Conozco al doctor Zuluaga y lo aprecio en lo personal, por lo que espero que prime en este caso el buen juicio.
Publicado: febrero 5 de 2017