Esta semana escuchamos en medios de comunicación nuevas quejas de los beneficiarios del Programa Ser Pilo Paga, sobre el funcionamiento real del programa.
El propósito de Ser Pilo Paga, es el de apoyar a 12.000 jóvenes para ingresar a la universidad, cuando han logrado los mejores puntajes en las pruebas de Estado (Pruebas Saber), y se encuentren inscritos en el SISBEN. De esta manera estos jóvenes, accederán a la oportunidad de estudiar en las mejores universidades con las que cuenta el país, para lo cual, cada una de estas universidades debe contar con acreditación de alta calidad.
Los jóvenes beneficiarios del programa, dependiendo del lugar en donde viven junto a su familia, deben recibir entre un salario o cuatro salarios mínimos mensuales, para el semestre, con el propósito de que puedan invertirlos en gastos de manutención y transporte. Si cambian de departamento de residencia por el ingreso a la universidad, reciben el mayor valor del apoyo.
Y allí como en tantas cosas ofrecidas por el actual gobierno Nacional, son los jóvenes quienes han sentido el alto costo de la inoperancia y la indolencia gubernamental. Si bien el gobierno se ha comprometido con ellos, les viene incumpliendo gravemente, afectando el desempeño del programa para los jóvenes pilos.
Los han sometido a las duras y las maduras. Debieron ingresar ya a la universidad, y movilizarse sin el cumplimiento del apoyo acordado. Aún hoy, no cuentan con los recursos acordados para alimentarse y desplazarse.
¿Cómo esperan el rendimiento de los muchachos y el éxito del programa, si no pueden garantizar los recursos oportunos necesarios para que puedan prestar la atención, prepararse y adquirir conocimiento?
Los jóvenes se desplazan de zonas lejanas del territorio nacional, y hoy no reciben los recursos ofrecidos, sino el peloteo de las responsabilidades que se asignan entre el Icetex, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Hacienda. Los han sometido, a largas jornadas de desplazamiento y hasta a aguantar hambre. ¡Que horror!
La garantía de utilidad de este tipo de programas también está en los pequeños detalles gerenciales y administrativos que garanticen su optimo funcionamiento, porque es allí, en donde en la cotidianidad se vive o no, su impacto positivo. Por ello, el gobierno tiene que hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar su pleno funcionamiento.
Acciones en este sentido, podrían ser por ejemplo, encontrar la forma de entregar recursos de manera anticipada para efectivamente apoyar el desplazamiento interciudades, o que las universidades puedan entregar a los estudiantes recursos desde el primer día de clases.
Los padres y madres de familia, que velan por sus hijos, buscamos desarrollar todo lo que esté a nuestro alcance, para enviarlos a otra ciudad a estudiar, con el dinero que les garantice al menos una pequeña manutención. Entonces, ¿por qué los apoyos del Estado, se incumplen impactando sustancialmente la equidad en los jóvenes, sin siquiera dar lugar a asumir responsabilidades y dar la cara para responder?
Publicado: febrero 27 de 2017