Lo logró. Pudo hacer que todo un país sintiera la misma incertidumbre, el mismo desasosiego. Se salió con la suya cuando compró al congreso para pasar una reforma inoportuna que va directo al corazón del bolsillo de los colombianos, evitando que la equidad que profesa en su slogan de gobierno, sea una realidad palpable para la gente. Meras palabras, nada más.
Ahora, todo es más complejo en términos tributarios: hay que demostrar hasta el RH, para que a uno le paguen una cuenta de cobro… Hermosa manera de espantar la inversión… No sabemos si en el Palacio de Nariño se han preguntado, por solo mencionar un detallito, si los países competidores son tan absurdos como el nuestro en materia de impuestos…
¡Qué tal la belleza! En general, siguiendo el ejemplo abusivo del gobierno del Nobel, en muchas partes, se subieron los precios de numerosos artículos en un automático 19%… “Es que es por el IVA, patrón…”, responden quienes están tras el mostrador ante el reclamo justo de cualquier parroquiano. Lo triste, con seguridad, es que se vienen muchos más malos ratos para los compradores… “Porque como este es el gobierno de los abusos… ¡¡¡Eso sí, pa´qué!!!”, nos dijo un tendero hace pocos días.
Tiene razón. El abuso es el sello de este gobierno. Quienes pagamos impuestos somos los que terminamos financiando la corrupción, que se ha incrementado exponencialmente en los últimos 6 años y medio, con el agravante que detrás de los robos en las altas esferas, hay intereses que se han especializado en fabricar escándalos, que terminan siendo calumnias, para seguir devorando el fisco y quebrando a la Nación…
Dentro de este show, ahora resulta que están apareciendo chavistas criollos, hoy “ennovelados”, gracias a un canal de televisión privado que no ha debido prestarse para ese juego, a pesar de la excelencia de sus actores en este proyecto… ¿Llegarán a decir que el futuro es de la Revolución, y hoy la Revolución necesita de los impuestos que el presidente de Colombia impulsa con tanta firmeza?
A propósito de esas cortinas de humo, nos asalta una duda, motivada por numerosos trinos que han mostrado imágenes de soldados de la Isla de los hermanitos Castro en suelo colombiano… ¿Llegaron militares cubanos a inspeccionar y defender la aplicación de lo acordado por el Nobel con las Farc en La Habana…? Que nadie se rasgue las vestiduras, por favor. Preguntamos, no vaya ser demasiado tarde… Porque algunos tuiteros, insistimos, están escribiendo muy seguido acerca de ese tema. Tributo a Fidel, seguramente.
Pero siendo fieles al libreto que se ha venido imponiendo, evitemos ser correctos, que aquí no está pasando nada. Tranquilos… “Nada de nervios”, decían los primeros marihuaneros de nuestras ciudades, con ese dejo inconfundible de traba somnolienta, maluca…
Pero fuera de chiste, si la presencia de militares cubanos en Colombia se confirma, habremos dado un gran paso hacia el abismo. Sin temor a equivocarnos, la pérfida Revolución, sin agua de colonia ni corbatas elegantes, muy pronto llegará al poder en nuestra patria.
Con todo respeto: ¿Qué escándalo estará planeando el alto gobierno, para seguir tapando el sol de su infinita corrupción con un dedo? ¿Qué artimañas se inventarán para continuar con su saqueo inmisericorde de las arcas de nuestro país? ¿Qué estrategia de desinformación estarán maquinando los amigos del Nobel? ¿Será que las maquilladas Farc y el neo-comunismo seguirán “haciendo lo que les da la gana”?
Estamos, como todos en este hemisferio, a la espera de las acciones del presidente Trump en ese tema. La buena nueva es que Rex Tillerson, nuevo Secretario de Estado, es un diplomático duro y no creemos que baje la guardia en la lucha por la Libertad.
“La libertad nunca está a más de una generación de la extinción. No la pasamos a nuestros hijos en el torrente sanguíneo. Debe lucharse, protegerse y entregarse para que ellos hagan lo mismo.” (Ronald Reagan)
Publicado: febrero 8 de 2017