Cuando existe un aparato gubernamental, político y judicial contra el Centro Democrático, debemos atender el llamado de unión y serenidad.
En momentos de dificultad se conoce la gente, decía mi papá. Tenía razón. Claro está, a pesar de todos los problemas que tuvo en su vida pública, que son los que tienen los políticos generalmente, no recuerdo que le haya tocado vivir lo que pasa hoy en la política de Colombia.
Los partidos, todos sin excepción fracturados, olvidando el motivo que los une, supuestamente, una doctrina en búsqueda de un mejor futuro para Colombia y todos sus habitantes. Ideología, doctrina, tesis, o como se quiera llamar es el motivo inicial, por el que unas personas pertenecen a un partido y otras a otro.
Pues, en Colombia, eso dejó de ser la razón principal de unión, pasando al baúl de los recuerdos y dando paso a la pelea por el poder dentro del partido para así poder disfrutar de todas las ventajas que da estar en la cúpula. Podríamos mencionar varias como, entrega de avales a amigos, escogencia de la dirección nacional sin consideración distinta a que sea amigo, bueno o malo pero que funcione para intereses personales, manejo de cargos administrativos dentro del partido para así cumplir algo de la cuota burocrática que dicen merecer, manejar las convenciones internas del partido con el fin de lograr lo que ellos quieren cómo escoger candidato a la Presidencia, para así acceder al poder en caso de una victoria.
Esto se da en todos los partidos existentes en el país hoy, no se escapa ninguno, al punto que el 46% de los colombianos, decepcionados por todo lo anterior, no tienen partido. Desafortunadamente ese porcentaje tan alto no les da oportunidad para tener algo de relevancia en las decisiones del país. Los partidos se amangualan en lo que hoy se llama Unidad Nacional para ser mayoría y aprobar todo al antojo del presidente de turno a cambio de puestos y contratos.
Algunos pocos se quedan por fuera de esa Unidad Nacional y ven pasar los días en el Congreso a punta de constancias y proposiciones que duermen el sueño de los justos porque el número aplasta las ideas. Esperan la oportunidad para hacer un debate de control político cuando las directivas los pongan en agenda.
El caso del Centro Democrático es muy diciente. Un partido que tiene 39 congresistas, que mirado con cada partido individualmente, debía ser un partido poderoso en las votaciones, en las decisiones que se tomen en el Congreso y no es así por la aplanadora del presidente. La Unidad Nacional que parece estar viva por dos motivos, negarle todo al Centro Democrático y esperar puestos y contratos, que para decir la verdad, han abundado. El que pida más que le piquen caña.
La persecución de la Unidad Nacional y del presidente Santos no ha sido solo en el Congreso, donde más fuerza tiene es en la judicialización de muchos uribistas, sin ninguna compasión o detenimiento. La tarea es eliminar al Uribismo y así al Centro Democrático.
No les ha quedado fácil, ni lo lograrán, por eso el Centro Democrático tiene que permanecer sólido, inamovible a pesar de los ataques. Debe saber que hay momentos en que es más importante sacar adelante el partido que las divisiones. Hoy tiene una oportunidad inmensa de llegar a la Presidencia, lo dicen analistas opositores y eso es mucho. El que ganara el no en el plebiscito es una clara demostración que hay mucho respeto por las tesis del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Aún sabiendo que fuerzas distintas al uribismo estuvieron en el NO, nadie niega su liderazgo en tan importante triunfo. Lo lideró, lo trabajó y los compatriotas lo siguieron y votaron NO. El triunfo es claro y es de Álvaro Uribe Vélez.
Es el momento de trabajar por lo que nos une y no por lo que nos divide. Ese ha sido el llamado del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Diferencias existen en todas partes, lo digo yo que he sido una de las afectadas por las diferencias y que no comparto muchas posiciones políticas de miembros del partido, pero si estoy convencida, que lo único que hace la fuerza es la unión.
Estoy segura que quienes hoy tienen problemas con la justicia y con organismos electorales. aclararán todas las inquietudes de los organismos de control y saldrán avante. En la medida que las tendencias que existen en el partido, se dediquen a trabajar por la unión y no a atacar a quien no está en su grupo, será más fácil para ellos explicar su situación sin tantos ataques y sin tantas mentiras.
Una cosa son las diferencias políticas dentro de un partido y otras son los ataques y calumnias como mecanismo de defensa del sector o de la persona que defendemos. Se que muchos pensarán que cuando a uno lo atacan y calumnian debe contestar, me encuentro entre ellos, sin embargo he reflexionado mucho sobre el llamado a la unión del expresidente Álvaro Uribe Vélez y me convenció.
En momentos de dificultad, cuando existe todo un aparato gubernamental, político y judicial contra el Centro Democrático, debemos atender el llamado de unión y serenidad. No dejemos ir la oportunidad de recuperar el rumbo, por el bien de Colombia. No olvidemos que oportunidad que se va, no regresa.
P.D. Como muestra de mi convencimiento en pro de la unión y a pesar de las diferencias y de los ataques a Iván Duque, de quién soy jefe de debate, y de los ataques y calumnias a mi persona, no he pronunciado una palabra sobre la situación que vive hoy Oscar Iván Zuluaga, convencida que tiene todos los argumentos para salir avante. No soy de las que cree que es el momento de sacar provecho, como tampoco soy de las que creo en defensas acérrimas que llegan a la fantasía. Con la realidad nos basta. Trabajemos por lo que nos une y no por lo que nos divide.
Publicado: febrero 8 de 2017