Aunque el gobierno Nacional anunció con bombos y platillos, la instalación de una mesa de negociación con el Eln, por estos días, el mismo grupo terrorista le ha ido demostrando al pueblo colombiano, que la única voluntad que tienen es la de seguir delinquiendo, secuestrando y asesinando inocentes.
El cinismo de los señores del Eln, ha llegado a niveles desproporcionados, parece que la realidad de este proceso de paz, fuera un chiste mal contado, pues los colombianos están sometidos a escuchar declaraciones como las de Danilo Hernández, comandante del Frente de Guerra Occidental Resistencia, que dijo no descartar la posibilidad de seguir secuestrando, incluso estando en mesa de negociación.
Las burlas por parte del Eln hacia el país no tienen límites, pues alias Pablo Beltrán, dijo el 30 de enero de 2017 en medios Nacionales que tenían «muy poquitos» secuestrados y en su lógica terrorista, el paso a seguir era seguir privando de la libertad a inocentes, razón por la cual luego confirmaron tener en su poder al papá del alcalde de El Carmen en el Norte de Santander.
No siendo esto suficiente, se habló de una liberación voluntaria al ex representante a la Cámara Odín Sánchez, a quien tenían secuestrado desde el 3 de abril del año 2016, el gobierno se ufanó y agradeció al Eln, sin saber que este buen gesto se debía al pago de la suma de 1.600 millones de pesos.
Eso en tema de secuestros, porque en seguridad urbana, el miedo se ha apoderado del pueblo colombiano, como es el caso de Bogotá que en cuestión de dos meses, ha padecido por varias explosiones, la más reciente el pasado domingo 19 de febrero en el barrio La Macarena, más exactamente en la calle 27 con carrera 4ta, dejando a 30 personas heridas, en su mayoría policías.
¿Y quién está detrás de estas explosiones? El ministro de Defensa Luis Carlos Villegas dijo que la hipótesis más probable es que sea el Ejército de Liberación Nacional (Eln) el que está detrás de estos ataques, actuando con una de sus ramificaciones urbanas.
Y como por si fuera poco, hace unos días el oleoducto Caño Limón, fue blanco de un atentado, en el que se vio comprometida gran parte de la capa vegetal de la vereda “La Blanquita” en Cubará, Boyacá. Según la información emitida por Ecopetrol, en lo que va del año 2017, ya son 13 atentados terroristas contra el oleoducto en Norte de Santander, Arauca y Boyacá.
Pero ¿por qué será que el Eln cree que al secuestrar están en todo su derecho? Lo advertimos, la actitud que el gobierno Nacional asumió frente a las Farc, serían la pauta para que los demás grupos terroristas empezaran a actuar a sus anchas, ya que la impunidad es protagonista en muchos escenarios de este país.
Entonces, cual voluntad de paz si se sigue extorsionado, secuestrando y contando con el narcotráfico, como principal fuente de financiación; delito que hoy distintos estados y la misma corte penal internacional hacen y unen esfuerzos por incluirlo como delito de lesa humanidad y en Colombia como delito político.
De igual manera que el expresidente Álvaro Uribe lo expresó, creo que es conveniente suspender los diálogos de paz con el Eln hasta que estos no se comprometan a parar esta ola de violencia, secuestros y atentados en el país.
Publicado: febrero 25 de 2017