Álvaro Uribe Vélez: La viga propia, el oportunismo electoral, Santos y las cortinas, nota a columnistas.

Álvaro Uribe Vélez: La viga propia, el oportunismo electoral, Santos y las cortinas, nota a columnistas.

Columna del presidente Uribe en la que se refiere a hechos que han conmocionado a Colombia en las últimas semanas.

He asumido la responsabilidad de referirme a Gabriel García, sobornado, a quien nombré no por contrato clientelista sino por ser ingeniero de la Universidad de los Andes con maestría en la Universidad Mason de los Estados Unidos, recomendado por la Cámara de Comercio de Cartagena.

He trasladado la carta del doctor Luis Carlos Restrepo al Comité de Ética del Centro Democrático para que investigue la denuncia contra la campaña presidencial de 2014, a pesar de la trayectoria honesta de Óscar Iván Zuluaga, víctima del comprobado montaje del Hacker. Y cometí el error de no informar previamente al doctor Zuluaga, quien ha asumido la necesaria aclaración del tema en Brasil.

He recordado normas anti corrupción adoptadas y aplicadas por nuestro Gobierno: la discusión de prepliegos antes de publicar pliegos definitivos para evitar licitaciones acomodadas; la discusión de propuestas en audiencias públicas, muchas presididas por el ministro Andrés Uriel, ya fallecido, y el vicepresidente Francisco Santos, personas honorables; el portal de compras públicas; las audiencias regionales para evitar auxilios parlamentarios; las propuestas del Referendo de 2003, que logró aprobar la muerte política de casos de corrupción, que habrá que completarse; y otras disposiciones.

Recientemente escribí Las Almendras para referir a cada una de las acusaciones que me formuló Santos en la posesión del Procurador Carrillo. Y contratos como aquel de publicidad asignado por Saludcoop en liquidación, confirman mi escrito. Próximamente repetiré en detalle cómo he manejado dineros del Estado desde la Jefatura de Bienes de las Empresas Públicas de Medellín hasta la Presidencia de la República.

También estamos preparando otro proyecto de ley para conocer el nombre de gestores de recursos ante el Estado.

He entendido que no puedo utilizar los temas del acuerdo con el terrorismo, ni el robo del Plebiscito, ni el destemple económico, ni las dificultades sociales, sin referirme a la corrupción.

Pero ahora predomina la agitación de banderas morales, en vísperas electorales que se vislumbran, y nada se dice por parte de quienes aprobaron el robo del Plebiscito, la refrendación ilegítima del Congreso para desconocer el veredicto popular, señalaron la mermelada y el fraude electoral y sin embargo votaron por Santos, a quien le han aprobado sus cascadas de impuestos. Y nada se dice sobre el favorecimiento, a amigos en común con el Gobierno, con la adjudicación del Canal Uno, o con el chorro de contratos a periodistas, que incluyen amigos de los candidatos independientes. Y nada se dice sobre su rechazo a los asesinatos malos de los paramilitares y su aceptación a los asesinatos buenos de la guerrilla.

Y el Gobierno Santos quiere tapar los problemas con la llegada de guerrilleros a zonas de concentración, tema común en el país, ahora agravado por la impunidad total. Lo utilizan de cortina para eludir sobornos de Odebrecht, el contrato Ocaña-Gamarra, indebido y con violación a las disposiciones sobre conflictos de interés para provecho de accionistas del Puerto Andalucía, el contrato Navelena sobre el río Magdalena, el préstamo del Banco Agrario, etc. Y se inventa otra cortina, Colombia Repunta, con la difusión del beneficiario y benefactor Yamit Amat. 

Y seguramente el Gobierno se descargará en congresistas, aquellos que usó con mermelada para las elecciones de 2014.

Llama la atención que la doctora María Isabel Rueda ponga en el mismo nivel los sobornos al Gobierno Santos con la denuncia contra el doctor Zuluaga, contraria al contrato firmado con el publicista, que nada tiene que ver con sobornos.

Llama la atención que el doctor Mauricio Vargas ponga en el mismo nivel el montaje del Hacker contra el doctor Zuluaga, desvirtuado por el Fiscal, con las acusaciones, que la fiscalía de entonces ocultó, por dineros del narcotráfico, pagados a asesores políticos de Santos, y la posible desviación parcial para financiar deudas de la campaña 2010, además de otras contribuciones, para el mismo fin, posteriores y no registradas, que pudieron entregarse en el extranjero.

Que el Fiscal lo diga todo, con la rapidez que pueda. Y seguiremos en el debate, con la advertencia que hay que derrotar la corrupción sin caer en la trampa de candidaturas sumisas en unos temas y altisonantes en otros, pero siempre socias del actual Gobierno y apaciguadoras del narco terrorismo.

@AlvaroUribeVel

Publicado: febrero 12 de 2017