El país poco sabe de Imelda Daza, una vieja comunista de Valledupar que figura como una de las voceras de la guerrilla terrorista de las Farc en la Cámara de Representantes.
No se trata de una persona de segundo nivel. Al contrario. Desde la clandestinidad y la comodidad del exilio fue una figura clave en la defensa de las Farc en Europa, particularmente en los países nórdicos.
Daza empezó a hacer política a finales de los años 70 en el departamento del Cesar como integrante del partido comunista colombiano. Años después, conoció a Ricardo Palmera, con quien dirigió a la Unión Patriótica en ese departamento hasta mediados de 1989, año en el que por instrucciones de la guerrilla, Palmera se puso el camuflado para continuar delinquiendo con el alias de Simón Trinidad e Imelda empacó sus maletas para buscar asilo en Suecia, país en el que operó y sigue operando una poderosa red de propaganda de las Farc.
En efecto, en la ciudad de Estocolmo funciona la denominada Asociación Jaime Pardo Leal, organización de fachada que se presenta como una institución cultural pero que en realidad hace las veces de embajada de las Farc en Europa.
Dicha asociación fue creada en 1998, opera en un suburbio de Estocolmo y recibe dineros públicos suecos por sus “actividades culturales”, entre las que se cuentan el mantenimiento y actualización de de la página de Internet denominada Anncol, cuyo director es Joaquín Pérez Becerra, otro miembro de la UP que viajó a Suecia el mismo año que Imelda Daza a buscar asilo político en ese país. Pérez Becerra estuvo preso en Colombia y fue condenado a 9 años por concierto para delinquir. Logró salvarse por cuenta de un tecnicismo jurídico con el que pudo salir de prisión y huir nuevamente a Suecia.
Imelda Daza se estableció en una pequeña población ubicada en el centro de Suecia llamada Aneby, a 3 horas de Estocolmo. En ese pueblo hizo política, primero en el partido socialdemórata y luego en el antiguo partido comunista sueco, que ahora se presenta como “partido de izquierda”. Ocupó durante 10 años una curul en el concejo de la comarca.
Fue una aliada fundamental de uno de los políticos suecos que con mayor vehemencia ha defendido a las Farc en Europa: Jens Holm, quien primero fue miembro del europarlamento y hoy ocupa una de las 21 curules que la izquierda tienen en el parlamento sueco.
Simón Trinidad
Una de las exigencias de las Farc, ante la que Juan Manuel Santos cedió, fue la de lograr la liberación del jefe terrorista condenado a 60 años de prisión en los Estados Unidos, Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad. (Para conocer más detalles sobre la presión que se ha ejercido para lograr la liberación de Simón Trinidad, puede leer “El Tejemaneje” de diciembre 12 de 2016)
Aquel es un punto de honor para la guerrilla y existe la posibilidad de que el presidente de los Estados Unidos, haciendo uso de la facultad constitucional de conceder perdón, resuelva liberar al cabecilla de las Farc que fue sentenciado por planificar y ejecutar el secuestro de ciudadanos americanos.
Imelda Daza, a quien en las Farc llaman con el alias de la gordita, fue una de las más activas defensoras de Trinidad cuando éste fue llevado a juicio. Ella hizo parte del denominado comité Free Ricardo Palmera y estuvo en los Estados Unidos ejerciendo presión para que el juez que llevaba la causa, lo absolviera de los cargos que la fiscalía del distrito de Columbia.
En efecto, LOS IRREVERENTES pudieron confirmar que la señora Daza intentó comparecer en el juicio en condición de testigo, pero el juez Thomas Hogan no quiso recibir su testimonio argumentando que el decir de ella estaba sesgado por su inocultable cercanía tanto con Trinidad como con la estructura terrorista Farc.
En una de sus declaraciones en defensa Trinidad, con el ánimo de justificar el secuestro múltiple que él ordenó, Imelda Daza aseguro que “los tres norteamericanos custodiados por las Farc, son unos mercenarios que deben ser considerados prisioneros de guerra. No son secuestrados…La guerrilla derribó el avión en el que viajaban y los tomó como prisioneros”.
Ahora, en su nueva condición de vocera de la guerrilla de las Farc en el Congreso de la República, es seguro que Imelda Daza seguirá ejerciendo presión para lograr que su antiguo “camarada”, el secuestrador y narcotraficante Simón Trinidad salga de la cárcel en la que está confinado en los Estados Unidos para regresar a Colombia convertido, por cuenta de Juan Manuel Santos, en un intocable dirigente político.
@IrreverentesCol