Por cuenta del escándalo de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht quedará descubierto el nivel de corrupción del gobierno Santos.
El escándalo de Odebrecht desnudará el desbordado nivel de corrupción del gobierno de Santos. Y en esta oportunidad la mermelada que desde la Casa de Nariño se reparte a los medios de comunicación logrará acallar las denuncias que emanarán desde el departamento de Justicia de los Estados Unidos.
La gran pregunta que en este momento se hacen los colombianos gira entorno a los nombres de los funcionarios corruptos que se dejaron sobornar por los directivos de la empresa constructora brasileña.
Como era de suponer, la Casa de Nariño que tiene mucho que temer frente a las delaciones que están haciendo quienes giraron las coimas, se dio a la tarea de desviar la atención del escándalo enlodando la memoria del exministro uribista Andrés Uriel Gallego (Sobre este caso, puede leer “El Tejemaneje”).
Se ha querido decir que las irregularidades se dieron durante la adjudicación de la Ruta del Sol durante el gobierno del presidente Uribe, pero se callan hechos vulgares que se presentaron durante la gestión de la ministra santista Cecilia Álvarez Correa.
En efecto, el trazado original de la Ruta del Sol no contemplaba que la vía pasara cerca de los puertos de propiedad del empresario Luis Parody, padre de la exministra Gina Parody.
De manera misteriosa, durante el tiempo en que la señora Correa fue ministra de transporte –entre 2012 y 2014- el trazado de la vía fue modificado para que pasara justo al frente de los puertos del inescrupuloso Luis Parody.
Lo interesante es que la exministra Álvarez se opuso a que el trazado de la carretera tuviera modificaciones pues aquello implicaría un aumento en los costos de la obra. Pero cuando se le mostraron los planos y se puso de presente que la nueva ruta estaría muy cerca del puerto del padre de su pareja, la también exministra Gina Parody, sus quejas y oposiciones cesaron. Si aquello no es corrupción, entonces ¿qué es?
El chorro de dinero que Odebrecht repartió alcanzó a salpicar cabezas muy altas del gobierno y esta será una oportunidad maravillosa para que el fiscal general Néstor Humberto Martínez muestre su independencia y verticalidad, porque habrá que investigar y posiblemente acusar ante la Corte Suprema de Justicia a por lo menos 4 ministros de Transporte de Santos, al ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas –el mismo que estuvo involucrado en el escándalo de Dragacol cuando fue ministro de Transporte de Pastrana-, al director de la Agencia Nacional de Infraestructura, Luis Fernando Andrade y a muchos senadores del partido de La U que también estaban en la nómina de Odebrecht.
Pero el tema no puede terminar en ese punto. Santos debe responder el cuestionamiento que le hizo el presidente Uribe. ¿Estuvo reunido en Panamá a puerta cerrada con los directivos de Odebrecht? Si la respuesta es afirmativa, debe contar qué temas se tocaron en ese encuentro y decir si hubo testigos presentes en el mismo.
Entre cielo y tierra no queda nada oculto. Tarde o temprano quedaría expuesto ante el mundo el desbordado nivel de corrupción del gobierno de Santos. Lo triste es que esto hubiera ocurrido por cuenta de un proceso judicial en los Estados Unidos y no como consecuencia de una investigación imparcial y técnica de la administración de justicia de Colombia.
@IrreverentesCol