Hace pocos meses visité la Provincia de García Rovira en Santander, un paisaje abrupto, una carretera despavimentada, circundante de abismos impresionantes que cortan el paisaje y nos dejan ver la fuerza de sus habitantes que poco a poco, abrieron camino y luchan a diario para que el Gobierno Nacional, los políticos de turno y hasta presidentes de la República (que se acercan en época de campañas como abejas a la miel) se comprometan a sacar adelante la amarga vía.
Se adjudicó un multimillonario contrato a una compañía española llamada Sacyr, la misma que tiene líos en Panamá y Buenaventura para realizar la intervención y construcción de tres puntos críticos en la carretera Curos – Málaga, nadie entiende cómo le adjudicaron un contrato cuando tienen este tipo de antecedentes, llegaron, removieron tierras, hicieron dos columnas por las que algún día sostendrán un enorme puente que hasta ahora esta en el aire y nadie asume responsabilidades.
Sobre la mega obra principal, no hay más de 10 personas trabajando y figura un avance del 30% en la ejecución; en otro punto crítico, hay una señora en una caseta que cuida esa «obra» y en el último punto, no han realizado ni siquiera una mínima remoción de tierras y tampoco hay una gota de cemento, sin embargo en el papel, figura que se han destinado miles de millones de pesos y nadie asume responsabilidades. Una obra que debía ser entregada este mes, adjudicada en 2013, está en remojo.
Los habitantes de la vía, esperan el fallo de una acción popular que interpusieron hace 3 años, esperan la sentencia del juez, para obligar al contratista a cumplir, pero por otra parte, Sacyr vuelve a ser privilegiada y le entregan la construcción del puente Pumarejo y aunque parezca absurdo, tiene exactamente las mismas columnas y el mismo avance del puente Isgaura cuyo contrato se firmo por 94 mil millones de pesos pero en el Puente Pumarejo es de 640 mil millones de pesos sin contar con las adiciones que se le harán.
Iván Mustafá, el nuevo director del Fondo de Adaptación, lleva poco menos de 6 meses en su cargo, dice estar preocupado y se comprometió a conseguir soluciones. Un Representante a la Cámara por Santander, Fredy Anaya, solicitó realizar un debate sobre el tema para que alguien respondiera, el debate había quedado para la tercera semana de octubre pero nadie nos cuenta por qué no se llevo a cabo; más de 160 mil personas esperan que les solución el problema. El diputado santandereano Mario Cárdenas, que abandera el tema en la región y es doliente por su tierra natal, parece que no cuenta con la suficiente fuerza en el gobierno y lo ignoran.
Triste la situación de la región y del país que entrega dineros sin supervisión idónea para la realización de obras que mejoren el bienestar de todos los colombianos y generen desarrollo en las regiones apartadas.
O la gente se indigna o la entierran en sus propias tierras al quedar apartados del resto por pésimas vías.
@leszlikalli