Desde hace algunas semanas se ha empezado a registrar en el ambiente cierto asedio contra el dirigente uribista José Obdulio Gaviria sobre quien han aparecido declaraciones fantasiosas de personas vinculadas con el crimen organizado.
Aquello se ha dado con posterioridad a que el senador Iván Cepeda, señalado de ser el principal promotor de los falsos testigos contra distintos líderes del uribismo (puede leer “Fabricante de testigos”), amenazó a Gaviria en la plenaria del Senado con que terminaría preso por “paramilitarismo”.
Y como por arte de magia, a finales del mes de octubre llegó a la Corte Suprema de Justicia una denuncia contra Gaviria, firmada por Lucas Antonio Alzate Isaza en la que solicita que el senador sea investigado por “desplazamiento forzado”.
La denuncia, que más parece un relato policiaco de esos que acostumbraban a publicar los periódicos sensacionalistas, está cargada de imprecisiones y falsedades que saltan a la vista, razón por la que se debe proceder a abrir una investigación, no contra José Obdulio Gaviria, sino contra el denunciante quien claramente está intentando inducir a error a la administración de justicia.
En su relato fantasioso, Alzate Isaza cuenta que en 2005 a su casa ubicada en el municipio de Copacabana, Antioquia, llegó José Obdulio Gaviria en un lujoso vehículo acompañado nada más ni nada menos que por alias Don Berna y que éste –Don Berna- estuvo recorriendo su propiedad, pero no tuvo interés en la misma porque resultaba muy pequeña.
Lo que no tuvo en cuenta el supuesto denunciante a la hora de fabricar su relato es que en 2005 Don Berna no podía estar en Copacabana dado que desde 2003 estaba concentrado en la zona de ubicación de Santa Fe Ralito y en abril de 2005 fue capturado y remitido a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en Boyacá.
De acuerdo con el decir de Lucas Antonio Alzate, luego de la supuesta visita de José Obdulio Gaviria y de alias Don Berna a su finca, las amenazas contra él arreciaron hasta el punto que se vio obligado a vender su propiedad a un menor precio “a un señor Luis Alfonso Gallo Arango que vive en la propiedad, sin haber completado el pago (sic) amenazó a mi familia para que le suscribieran la escritura y le entregaran el bien”.
LOS IRREVERENTES estuvieron averiguando por el denunciante y encontraron que se trata de un reconocido estafador cuyo nombre conocen de memoria en la sala penal del tribunal superior de Medellín donde ha sido condenado en múltiples ocasiones.
De acuerdo con la información conocida por este portal, Alzate tiene como hobby el presentar acciones de tutela contra funcionarios judiciales y empleados municipales y departamentales, a la vez que se concentra en denunciar compulsivamente a todos sus vecinos por los más variados delitos: prevaricato, cohecho, concierto para delinquir y desplazamiento forzado.
Un vecino de Alzate que habló con LOS IRREVERENTES confirmó que en efecto él ha sido condenado por juzgados de Medellín y Bello, Antioquia, por los delitos de falsedad documental, estafa y fraude procesal.
Así mismo, confirmó que en su juventud un alcalde de Copacabana lo nombró como tesorero del municipio. Desde su llegada al cargo, Alzate se dedicó a saquear las arcas, razón por la que en esa oportunidad recibió su primera condena por peculado y falsedad.
Se trata de un timador profesional que cursó dos semestres de derecho y con ello se presenta como abogado con título efectivo que le permite litigar. Son muchas las personas que cayeron en la trampa desembolsándole millonarios honorarios que, obviamente, el señor Alzate se ha robado sin ruborizarse.
Llama la atención que una persona con semejante prontuario que además se ha convertido en un profesional de la fabricación de denuncias y de acciones de tutela, en este preciso momento se sume a la andana de falsos testimonios que diferentes personas han rendido contra el senador José Obdulio Gaviria a quien, hay que repetirlo, Iván Cepeda le anunció hace algunos meses que lo llevaría a la cárcel.
@IrreverentesCol