Alberto Bernal: El año de Nassim Taleb

Y pasó nuevamente. Otro “cisne negro”, el no sé qué número del año. Un año horrible para nosotros los que nos dedicamos a hacer predicciones en este mundo tan complicado. Nada sirve. Ni la estadística, ni la lógica, nada. Vean este caso, por ejemplo: el presidente electo Donald Trump recibió el 31% del voto hispano, a pesar de su público exabrupto versus los mexicanos donde los llamó «violadores y traficantes de drogas, y algunos, supongo, quizás buenas personas.» Ganó el 31% del voto hispano, incluso después de decir en televisión nacional que un juez de la nación que nació y se crio en EEUU, NO estaba en condiciones de juzgarlo, porque era de «origen mexicano». La misma historia se mantiene para los millones de mujeres que votaron a favor del candidato Trump, aún después de haber visto los videos donde Trump se jactaba de haber abusado sexualmente de otras mujeres.

En fin, las encuestas se equivocaron, la lógica no sirvió, y los traders de «cisnes negros» nuevamente se forraron. Pero todo esto es historia. La pregunta relevante ahora es, qué tipo de presidente Trump resultará ser. Yo tengo una clara convicción: la cuestión es binaria. O Trump cumple con las promesas hechas a la clase trabajadora de EEUU, o se decide a “traicionar» a sus electores y entonces decide gobernar como un estadista “lógico”.

El primer escenario es catastrófico para la economía mundial. Si Trump anuncia algún tipo de renegociación UNILATERAL del NAFTA, o si declara a China como un «manipulador de divisas» desde el primer día (que no lo es, por si acaso), pues que Dios nos agarre confesados. No tengo duda que si Trump cumple su palabra y declara a China como un país que “manipula su moneda”, el gobierno chino responderá agresivamente, y una recesión mundial parecerá cada vez más probable. La misma historia con NAFTA. México y Canadá tomarán represalias si la administración Trump decide pelear (injustamente) con sus mayores mercados. Si se acaba NAFTA, no solo pierde México. Averigüen cuánto valen las plantas que Ford tiene en México.

La visión alternativa es que todo era una quimera, y que el “Trump presidente” no se parecerá en nada al “Trump candidato”. Mejor dicho, la visión alternativa es que Trump traiciona al pueblo poco educado que lo eligió. Un Trump “presidencial” implica que el magnate se morfa en algo parecido al Líder de la Cámara Baja de EEUU, Paul Ryan. Ryan es un político pro-negocios, un político que entiende la importancia del comercio internacional dentro de la cadena de valor en la  sociedad. Es un político que entiende que armar un conflicto con China solo logrará una cosa: destruir a Apple y a General Motors, dos de las compañías insignias de EEUU. Pero como argumentaba antes, este cambio de 180 grados necesariamente implica que Trump traicionará al votante que en su ignorancia votó por Trump porque dizque él iba a «traer de vuelta a EEUU los trabajos perdidos» (algo que es imposible porque esos trabajos ya no existen). Eso acarreará importantes costos políticos.

Conozco a gente inteligente que votó por Trump. Me dicen que yo no he entendido quien es Donald Trump. Ojalá tengan razón. Lo digo acá para que quede explícito. Si Trump traiciona el discurso retrogrado, proteccionista, y de odio que lo elogió, si Trump le da el Ministerio de Hacienda a Jamie Dimon, el actual presidente de JP Morgan, y si Trump demuestra que todo su discurso fue un engaño que utilizó para ganar, pues así Trump sea una porquería de ser humano, quizás no resulte siendo tan malo para el mundo. Veremos. 

@AlbertoBernalLe