Análisis de Camilo Rubiano
La Constitución Política de Colombia en su Artículo 363 señala que ”El sistema tributario se funda en los principios de equidad, eficiencia y progresividad” algo que parece que el Gobierno Nacional no tuvo en cuenta al realizar el proyecto de reforma tributaria que fue radicado por el ministro de Hacienda ante el Congreso de la República el pasado miércoles, luego de tenerla engavetada por más de 10 meses debido a los cálculos políticos del plebiscito.
Según el gobierno a través de esta reforma se espera recaudar en 2017 el 0.8% del PIB. El recaudo se daría de esta forma: 8.1 billones por IVA e impuesto al consumo y 918 mil millones por el impuesto a los combustibles, por consiguiente la fuente de mas recaudo para el gobierno se da a través del IVA, de esta forma, no es cierto que esta sea una reforma estructural, como la quiere hacer ver el ministro Cárdenas.
Así mismo, Cárdenas el día que radico el proyecto, fue enfático en señalar que los productos de la canasta familiar no van a ser gravados por esta reforma. Cabe recordarle al ministro que hoy en día el 60% de los bienes que hacen parte de la canasta básica familiar, están gravados con IVA y es por eso que como resultado de esta reforma productos como el café, las pastas, el chocolate y el azúcar tendrán un IVA del 5%, al mismo tiempo, productos como los aceites, el jabón y la ropa tendrán un IVA del 19%, generándole un golpe directo a los bolsillos de todos los colombianos, que sin importar su poder adquisitivo tendrán que pagar por igual este impuesto.
Otra de las cargas tributarias que contempla esta reforma, se dará en las bebidas azucaradas y en los combustibles. Las bebidas azucaradas tendrán un gravamen de 300 pesos adicionales por cada litro, el gobierno lo sustenta con el argumento de la lucha contra la obesidad y que con esto se busca propender por que haya mayor salud en los colombianos. Lo extraño de esto es que el mismo Ministerio de Salud hace unos meses, realizó un estudio sobre cuáles eran los factores que generaban mayor obesidad y las gaseosas y refrescos no eran los principales. Lo que sí es cierto es que con este impuesto se va a perjudicar a miles de familias de escasos recursos que les va a tocar pagar más por estas bebidas. Según un estudio del la ANDI, el 20% de los hogares de menores ingresos tienen una alta demanda por estos productos. Así mismo, los tenderos se van a ver afectados por este impuesto, ya que el 30% de sus ventas se dan por las bebidas azucaradas.
Respecto al impuesto a los combustibles, el gobierno sostiene que se busca una mayor protección al medio ambiente, lo cierto es que no hay ninguna proyección por parte del gobierno que señale las metas que se van a alcanzar a través de este impuesto, lo que si se tiene es que el aumento es de 135 pesos por galón de gasolina, posicionando al país en el segundo lugar de los países de latinoamérica con el combustible más costoso, generándole un problema de competitividad a la industria nacional.
En conclusión, van a ser mas los daños que los beneficios, lo primero, es que el hueco fiscal de 36 billones de pesos con la reforma, tan solo va a cubrir 7.2 billones, el aumento del IVA del 16% al 19% no solo va a golpear el bolsillo de todos los colombianos, adicionalmente va a aumentar la inflación en casi 1 punto como lo señaló el mismo Director de la DIAN en una reciente entrevista. De esta forma el gobierno de nuevo perdió la oportunidad de construir una reforma estructural que tuviera efectos positivos de largo plazo y prefirió escoger el camino de presentar una reforma que se parece más a una colcha de retazos.
@camilorubianobe