Se valora el espíritu de muchos de los marchantes, pero mi generación tiene que entender que lo importante son los votos.
¿Cuántos de los marchantes-estudiantes votaron el día 2 de octubre en el plebiscito? No se pueden utilizar las marchas para desconocer el resultado democrático de las pasadas elecciones. Tampoco es bien visto que algunos políticos estén utilizando a los estudiantes para lograr sus objetivos. ¿Cómo se puede explicar que sean varios funcionarios del gobierno los que promuevan y asistan a las marchas?
Igualmente cuestiono que algunos marchantes hayan armado una especie de campamento en la Plaza de Bolívar. En ningún momento se discute sus ideales, pero entonces; ¿el día de mañana cualquier grupo de personas -con cualquier justificación- pueden hacer exactamente lo mismo? La actual administración de Bogotá se ha caracterizado por librar una importante lucha a favor del espacio público para que ahora permita que se desarrollen este tipo de acciones. Esto resulta por lo menos contradictorio.
Es hora que se respete a las personas que votamos por la opción del “NO”. Llego el momento que aquellos que se rasgan las vestiduras hablando de “paz y reconciliación” defiendan la democracia y no utilicen diversos escenarios para desconocer la voluntad popular.
El primer paso para la reconciliación es respetar los resultados del plebiscito y evitar cualquier tipo de jugada sucia para desconocerlos.
Los que votamos “NO” en el plebiscito no fuimos engañados por absolutamente nadie y mucho menos se nos ofreció obras y otro tipo de dádivas tal y como sucedió en algunas zonas del país, pero desde el gobierno.
Espero que los promotores de las marchas no se desvíen de su camino. Este tipo de iniciativas si se manejan bien pueden ser muy beneficiosas, pero si se manejan mal pueden resultar bastante perjudiciales. No se pueden utilizar estos escenarios para desconocer la voluntad del pueblo.
@josecuellob