A pesar de enfrentarse a una campaña absolutamente desequilibrada ganó el “NO”. El gobierno utilizó sin pudor los recursos públicos tales como sus empleados, las entidades públicas que sirvieron de vallas, los espacios de pedagogía en televisión y radio que sirvieron como propaganda, todo el apoyo internacional empezando por el mismísimo representante de Dios en la tierra, las casas que regalaron, como si salieran del bolsillo del señor Santos siendo que las pagamos todos con nuestros impuestos. Todo puesto al servicio de la campaña del “SÍ”.
En un futuro cuando estudien esta etapa de la historia de Colombia, este episodio será visto como una verdadera batalla entre David y Goliat. Después de que David, un niño pastor, matara a Goliat, un soldado filisteo de tres metros, el Rey le regaló riquezas y a una de sus hijas para que se casara con él. Y como todo en la vida tiene consecuencias, para rematar, al pueblo filisteo al que pertenecía Goliat le tocó convertirse en esclavo del pueblo de Israel.
Con la victoria del “NO” también hay consecuencias, no tan dramáticas como las de la batalla entre David y Goliat, pero igual son consecuencias necesarias. La primera es que los del “SÍ” entiendan y después acepten que la entrada en vigor del acuerdo estaba sujeta a que ganara el “SÍ” (Decreto 1391 de 2016, articulo 1). Esto quiere decir que esas 297 páginas que firmaron con el “balígrafo” en Cartagena el 26 de septiembre no existen, entiéndanlo bien, no existen.
Partiendo de esa primera y necesaria consecuencia de que esos acuerdos no existen (disculpen si lo repito otra vez, NO EXISTEN), nos vemos en la necesidad, ahora sí, de llegar a unos acuerdos que recojan el sentir de todos. Durante estos cuatro años los del “NO” que somos los mismos de la “Resistencia Civil”, los mismos perros, gatos y ahora tiburones hemos hecho propuestas. Lamentablemente el señor Santos junto a su equipo negociador y en general todo el partido de la U se hicieron los de los oídos sordos porque pensaban que se iban a salir con la suya, y como no, nosotros pensábamos igual.
Lo primero que dijimos fue, que no era conveniente dialogar en medio del conflicto. La razón para esto era obvia para todos, menos para Juan Manuel Santos. Si se dialogaba en medio del conflicto, las Farc necesariamente tendrían que seguir delinquiendo para poder seguir en el monte pues como ellos no tienen tiendas de barrio, ni trabajan en un banco, se dedicaron a trabajar en lo que ellos saben y por eso hoy estamos nadando en coca.
También dijimos que no estábamos de acuerdo con que criminales con tremendo prontuario no pagaran un día de cárcel. En los acuerdos dicen que sí, que van a pagar cárcel si no dicen la verdad. Y yo les digo, no nos crean tan pendejos, es lógico que si con decir la verdad se salvan de ir a la cárcel yo también confesaría hasta del pedazo de torta que me comí de más en la primera comunión de mi hermano. Eso se llama inmunidad disfrazada. Francamente me hubiese gustado más que les concedieran inmunidad de frente y no de esa manera solapada que solo da a entrever la intencionalidad de meternos más micos en esa jungla de orangutanes.
El tema del Tribunal de Justicia Transicional está tan plagado de horrores que de tajo debería desaparecer. No hay nada rescatable en ese tema. Nosotros tenemos una justicia con muchos problemas, pero finalmente es la nuestra, y, si nos la aplican a casi 50 millones de colombianos a diario, podrán aplicársela a las Farc.
En cuanto al tema de la elegibilidad política hemos dicho hasta el cansancio que se cumpla con nuestra ley y con los tratados internacionales que hemos suscrito al respecto. La ley es clara, no podrán ser elegidos los culpables de delitos de lesa humanidad. Esta semana en una entrevista que le concedió Timochenko a Darío Arizmendi en Caracol Radio, decía, acerca del tema de los delitos de lesa humanidad, que tendrían que ver cómo se prueban. Lo que me hizo suponer que ese va a ser el huequito por donde se van a salir. Me imagino que aceptarán como Farc haber cometido delitos de lesa humanidad, pero no los aceptarán de manera individual para abrirse camino al congreso y eventualmente a la presidencia. Definitivamente es un acuerdo hecho para estimular la trampa.
El Eln esta semana manifestó su deseo de empezar la etapa pública de las negociaciones de su proceso de paz. El gobierno había dicho (como debió decirles a las Farc) que no se sentaría hasta que entregaran hasta el último secuestrado. Ahora eso cambió, van a entregar a unos ahora y después de que se sienten van a entregar a otros. Empezamos mal.
En conclusión, ganamos, acéptenlo y supérenlo. Esperemos que todo lo ocurrido sirva de lección para plantear unos acuerdos nuevos con las Farc y para la negociación con el Eln y con las Bacrim, a las que aparentemente también les llamó la atención eso de tener 10 curules y 31 emisoras de radio a cambio de no matar.
@ANIABELLO_R