No salgo del estupor que me produjeron las carcajadas del insensible expresidente Gaviria quien, desternillado de la risa, dijo no entender “en qué momento se les pasó el tema de la devolución de los niños”.
No doctor Gaviria, eso no es un algo que deba ser tratado como si fuera un asunto menor que produzca jolgorio y alegría. Se trata de la vida de miles de niños que fueron sacados de sus casas a la fuerza y contra quienes se han cometido toda suerte de abusos y delitos.
¿Usted se reiría si uno de sus dos hijos hubiera sido reclutado forzosamente? ¿Se revolcaría de la risa si a María Paz las Farc, el Eln, las Bacrim o las AUC la hubieran usado como esclava sexual? ¿Le habría parecido gracioso que a Simón se lo hubieran llevado a los 9 años a un campamento para convertirlo, contra su voluntad, en un asesino?
Entiendo que usted, por las razones que sea, esté haciéndole campaña al SÍ en el plebiscito. Vivimos en una democracia y cada quien es libre de defender las ideas con las que se identifique, ni más faltaba.
Pero que un expresidente de la República se burle de esa manera de unas víctimas de la violencia terrorista de las Farc sí resulta inadmisible e inaceptable. Quiero recordarle, doctor Gaviria, que la guerrilla a la que usted quiere que se le perdonen todos sus delitos, está incursa en por lo menos 5 mil casos de reclutamiento forzado de menores. No fue una práctica aislada ni esporádica. Todo lo contrario: se trata de un delito que se cometió de manera reiterada y sistemática en todas las zonas de la geografía donde esa estructura ilegal tuvo presencia criminal.
No son 12 ni 20 niños como dicen desde La Habana los jefes terroristas de las Farc. Y ellos, que están muy bien asesorados por abogados que saben de derecho internacional y derecho penal, son conscientes de que a pesar del indulto que se les va a conceder y de las penas de bagatela que se les va a imponer a través del tribunal especial de paz, a la luz del Estatuto de Roma tarde o temprano tendrán que comparecer ante la justicia internacional por haber usado a los niños de Colombia en su desquiciada guerra contra nuestra sociedad.
¿Quiere saber por qué – usando sus palabras suyas- “se les pasó el tema de los niños”? porque al devolveros, al desincorporarlos a través del procedimiento que exigen las leyes colombianas estarán haciendo una confesión de parte y más tarde no tendrán cómo minimizar la magnitud y gravedad del delito que cometieron.
En vez de estar riendo doctor Gaviria, usted lo que debería hacer en su condición de exjefe de Estado es advertir el riesgo que corren las vidas de los miles de niños que hoy están en los campamentos de las Farc. ¿Acaso la guerrilla los piensa desparecer para zafarse de la responsabilidad penal que les cabe? ¿No le parece que lo sensato es que unos y otros, los defensores del SÍ y del NO, sin sonrisitas, hagamos causa común y exijamos a la guerrilla que desincorpore de inmediato a todos los menores de edad que tienen en sus filas?
Sus carcajadas son la peor ofensa que puede hacérsele a esos niños que harto han tenido que padecer. Le garantizo que las madres, los padres y los hermanos de esos niños reclutados, hace muchos años no pueden reír con la soltura y sinceridad con que usted lo hace.
Haga su campaña, pero por el amor de Dios, tenga un poco de caridad con esos niños cuyas vidas hoy están seriamente amenazadas.
@MargaritaRepo