Cinco frentes de las Farc no concentrarán a sus hombres, no se sumarán a la entrega de armas y desmovilización.
Empezó el desarme
Gran polémica se ha generado por cuenta de una entrevista concedida por el general Óscar Naranjo en la que anunció que los miembros de la policía desplegados en el convulsionado municipio de Toribío en adelante no utilizarán armas largas para defender a la comunidad.
La decisión tiene aterrorizados a los habitantes que aún sufren el trauma que les generó el ataque terrorista de las Farc que en 2011 detonaron una chiva bomba, causando la muerte de 3 personas e hiriendo a 110 más.
Aquel ataque, así mismo, causó la destrucción de 460 casas ubicadas en la zona aledaña al lugar donde la cuadrilla terrorista detonó el explosivo.
Una decisión imprudente
Un brigadier general de la policía, que pidió mantener su nombre bajo la más estricta reserva, le dijo a LOS IRREVERENTES que retirarle las armas largas a los policías de Toribío es “cuando menos una orden imprudente que pone en grave riesgo la vida de los uniformados y deja en la más absoluta desprotección al personal civil de ese municipio”.
Para nadie es un secreto que las Farc llevan meses haciendo un “empalme” criminal con otras estructuras armadas, razón por la que la firma de la paz con Santos no se traducirá, ni mucho menos, en que a poblaciones azotadas por la violencia, como Toribío, llegarán la calma y el sosiego.
El cañazo de la paz
Durante largos meses, los defensores del proceso de paz aseguraban que éste era benéfico porque supuestamente se le sacarían 20 mil hombres a la guerra. El número mágico lo repetían una y otra vez para manipular a los indecisos.
Pero el tiempo es el mejor mecanismo para dilucidar verdades y evidenciar mentiras.
Frente a la inminente concentración de terroristas en las denominadas zonas veredales, se ha sabido que la guerrilla solamente va a desmovilizar a poco más de 5 mil personas.
Aquello significa que buena parte de los miembros de esa organización delincuencial ya se cambiaron de estructura criminal o de brazalete.
Desde siempre se ha dicho que mientras las Farc negociaban, el Eln crecía exponencialmente. Y aquello se confirma por cuenta del aumento de las acciones criminales de la guerrilla camilista.
Las disidencias
El gobierno se ha encargado de callar el hecho de que 5 frentes de las Farc, los más poderosos y ricos, no se desmovilizarán y continuarán en la clandestinidad atentando contra la democracia colombiana.
Se trata de los frentes 1, 7, 16 y 44, estructuras que hacen presencia en zonas de producción de cocaína. Los frentes 1 y 44 delinquen en las selvas del departamento del Guaviare. El 7, opera en el Meta, Casanare y Guaviare. El 16 hace presencia en el Vichada.
También está confirmado que el frente 57, asentado en el Urabá chocoano, no dejará las armas y sus integrantes continuarán dedicados a la minería ilegal.
El crimen de las Farc
@IrreverentesCol