Mientras los cabecillas de las Farc están rechonchos y rozagantes, los guerrilleros de la base lucen demacrados y famélicos.
Cínicos
Un despliegue de cinismo se vio durante el fin de semana con ocasión de la denominada “décima conferencia” de los terroristas de las Farc. Con presencia de periodistas de todo el mundo, los capos del narcotráfico comparecieron ante sus lugartenientes con gesto de vencedores para presentar el acuerdo alcanzado en La Habana y que, claramente, es una victoria de una guerrilla que hace menos de 10 años estaba perfectamente diezmada en el campo militar.
Gordos y flacos
Llamó poderosamente la atención el contraste entre los jefes terroristas que llevan más de 4 años en Cuba y los que estaban en Colombia escondidos en la profundidad de la selva. Mientras unos se ven rubicundos y rozagantes, los otros lucen famélicos y demacrados.
La salida de Pizano
Anduvo circulando una versión a finales de la semana pasada según la cual el exministro Eduardo Pizano de Narváez había solicitado que su nombre no siguiera siendo tenido en cuenta en la puja por la selección del candidato del presidente Santos a la Procuraduría.
Aquello no es del todo cierto, pues LOS IRREVERENTES pudieron confirmar que desde el miércoles de la semana pasada la secretaría jurídica de la Casa de Nariño había llegado a la conclusión de que su nombre era inviable por cuenta de lo que en su momento publicó este portal: Pizano no puede ser procurador porque obtuvo su título como abogado en 2002 y para aquel cargo se exigen como mínimo 15 años de experiencia profesional, hecho que lo deja por fuera de la competencia.
Era el de los uribistas
En lo que sí hay consenso es en que Pizano, de lejos, era el mejor candidato posible pues su nombre es prenda de garantía para todos los sectores políticos del país. En el uribismo lo veían con muy buenos ojos. No hay que olvidar que en 2002 el entonces candidato Álvaro Uribe Vélez tuvo a Pizano como posible candidato suyo a la vicepresidencia.
La campaña por el NO
La reciente encuesta de intención de voto del plebiscito que refleja un aumento de 10 puntos porcentuales del NO y una caída fuerte del SÍ, llenó de entusiasmo a la oposición a menos de 2 semanas para que se cumpla la votación en la que los colombianos concurrirán a las urnas para decidir si aprueban o no los acuerdos alcanzados por Santos y las Farc en La Habana.
Lo interesante de la intención de voto registrada es que la campaña ha sido totalmente desigual. Mientras el gobierno y sus aliados han contado con los medios y los recursos suficientes para invadir a toda Colombia con propaganda por el SÍ, los opositores, liderados por el expresidente Uribe han tenido que conformarse con reducidos espacios en los medios y poco dinero para hacer una campaña que ha encontrado en las redes sociales un canal para difundir sus argumentos.
Lo que queda claro es que entre mayores sean los atropellos y las faltas de garantías para los del NO, más fuerte será su voluntad de perseverar en esta campaña
El crimen de las Farc
@IrreverentesCol