En entrevista con LOS IRREVERENTES, el dirigente uribista Sergio Araujo Castro plantea que el candidato debe ser Carlos Holmes Trujillo.
LOS IRREVERENTES. Usted fue uno de los uribistas que mejor argumentó los motivos por los que el Centro Democrático debía abstenerse de participar en el plebiscito. Al final, se impuso la tesis del voto por el NO. Viene una campaña difícil, tal vez la más complicada en la carrera política del expresidente Uribe. ¿Habrá garantías para que los opositores hagan una campaña en igualdad de condiciones?
SERGIO ARAUJO CASTRO. Garantías al estilo de éste gobierno… apariencia y discurso garantista, y todo el empuje del dinero público dedicado a mover la voluntad popular hacia el SÍ con prebendas, dádivas y canonjías.
Defendí la abstención porque me parecía lo coherente con nuestra posición de partido ante la ilegitimidad del plebiscito, pero está claro que Uribe no se siente cómodo en la pasividad, y éste es un partido activista y combativo, por mucho que uno explicaba las razones estratégicas para abstenernos, la fogosidad ante la inconformidad con Santos prevalecía… acoger el NO fue lo correcto, si entendemos que “inconformidad” es el mayor insumo político nacional ante tan mala gestión gubernamental.
L I. Una de las decisiones adoptadas por el Centro Democrático fue la de poner a los precandidatos presidenciales a liderar el políticamente la campaña del NO en el plebiscito. Será una buena oportunidad para que los ciudadanos vean el desempeño de los 3 en la arena. El que mejor conecte con la comunidad debería ser quien se quede con la candidatura presidencial. ¿No cree que el partido debe evacuar cuanto antes la discusión sobre quién debe ser el candidato presidencial?
S A C. Uribe es un genio político: al poner los tres precandidatos a liderar la campaña del NO, le convirtió a Santos su plebiscito, en unas “primarias” del CD, con tema específico, de modo que no tendrán que enfrentarse… Y adelantó la contienda presidencial. La candidatura del uribismo saldrá de la polarización del SÍ versus el NO, y de paso mostrará las condiciones de cada uno en cada quiebre de coyuntura. Esta será una campaña agresiva y dura…
L I. Las encuestas reflejan una tremenda insatisfacción popular con el gobierno de Santos. La sociedad no recibe con buen ánimo los acuerdos con las Farc. ¿Es hora de fijar las condiciones para una alianza de centro-derecha que recoja fuerzas adicionales al uribismo y tenga la capacidad electoral de ganar el poder en 2018?
S A C. El problema es ¿con quién? Porque como partido, en el conservatismo ejerce mas influencia Gaviria que Ordoñez, Enrique Gómez Hurtado, o Marta Lucía, siendo ella una estrella de la política, pero los godos están más pendientes de la mermelada. Y temo que el liderazgo del Procurador palidezca injustamente en cuanto salga de la Procuraduria, porque el conservatismo parlamentario es muy “puestero”; la ideología es discursiva.
Así las cosas, y después de este desgreño de la era Santos, a Colombia la tiene que restaurar el partido donde conviven cómodos Fernando Londoño y Carlos Holmes. Un espectro ideológico en donde entendemos todos que la paz es hija del desarrollo, dentro del mayor orden que pueda imponer el estado sin menoscabar las libertades, con sustento en una justicia robusta y respetable.
L I. Y cuál de los 3 será ese hombre para el post-Santismo. Entre Zuluaga, Iván Duque y Trujillo, ¿Quién sería el mejor Presidente?
S A C. Los tres son extraordinariamente buenos. El Centro Democrático es la cantera más abundante hoy en día en Colombia. Así como ésta excelente terna de precandidatos, podríamos armar otras 10, con mujeres y hombres de alta factura intelectual. Sin embargo, para contestarle, sin dar “virondazos” como decimos en Valledupar, estimo que Carlos Holmes Trujillo tiene, él solo, juntas, las virtudes de los otros dos por separado, y cuenta además con la capacidad política para sacar éste país de la polarización nociva en que vivimos. Me atrevo a decir que es el colombiano más preparado para ser Presidente y con 40 años de vida publica en el fuego, es de los muy pocos que ha pasado intacto 4 décadas de grandes escándalos sin jamás haberse puesto en duda su pulcritud. Es un estadista, es un jurista, es un internacionalista, es un economista, conoce el país, el país lo conoce a él, y no he podido encontrar quién le descalifique.
Nos une además que ambos fuimos fecundados ideológicamente en el liberalismo, pero no entendemos el ser liberal como el naufragio de los valores ante las modas. Ese toque liberal será muy importante en la gran acción social que demanda una Colombia verdaderamente igualitaria en la que sea sostenible la paz.
L I. ¿Zuluaga y Duque no son garantía de lo mismo para usted?
S A C. Lo son sin duda. Tuve el honor y el gusto de trabajar con Zuluaga en la campaña que ganó y nos robaron; es un caballero, muy correcto, serio y buen ser humano. Un hombre capaz, probado y de resultados.
Iván Duque es mi amigo, su padre fue un gran colombiano, amigo de mis padres. Iván es brillante, sencillo, culto, estudioso, trabajador, autónomo y preparado, le cabe el país en la cabeza, es un ciudadano del mundo, poliglota, universal…
L I. ¿Por qué tan definido con Carlos Holmes entonces, y tan temprano?
S A C. Mi definición es puramente ideológica con Centro Democrático, y mis compromisos están anclados en un terreno emocional que llamaría de “gratitud patriótica” con Álvaro Uribe. Pero usted me pregunta cuál prefiero de los tres precandidatos, y yo le respondo que Carlos Holmes Trujillo tiene, lo mismo que cada uno, y otras muy buenas cositas más… (sonríe)
@IrreverentesCol