Las cifras de defraudación al sistema de salud pueden superar lo que se recauda en una Reforma Tributaria y es por ello que nuestro nuevo fiscal tiene el deber de poner las cuentas claras y tras las rejas a los responsables.
Hace poco el periodista Daniel Coronell, informaba cómo en el departamento de Córdoba habían desangrado el sistema de salud, por medio de pacientes que no padecían de hemofilia.
El país, como de costumbre, duró un día perplejo y preocupado, pero a los pocos días, ya nadie se acordaba y menos las autoridades.
Lo mismo ocurrió con los programas de televisión que anunciaban el paseo de la muerte de algunas ambulancias que de manera inescrupulosa, por ganarse unos cuantos pesos, no dudaban en pasear a los accidentados por toda la ciudad para llevarlos a centros médicos, donde su fin era exprimir el seguro con falsos tratamientos y cirugías y en el peor de los casos, causando la muerte.
Es increíble, es imposible, que dicha denuncia no haya servido para que la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República y la misma Fiscalía, de oficio hubiesen iniciado las actuaciones para poder dar con los responsables.
El día 30 de agosto el senador Jorge Enrique Robledo, convocó debate sobre SaludCoop, donde mostraba que del anterior Fiscal General, poco se podía esperar, ya que sus vínculos con SaludCoop, no sólo lo inhabilitaban, sino que también lo vinculaban con contratación dudosa en el sector de la salud.
Es por ello, que todos los colombianos esperamos que el nuevo fiscal, asuma con prontitud este tema y establezca plazo para crear una comisión especial, y que el robo a la salud no quede impune.
También el día 30 de agosto, recibimos los colombianos con profunda alegría la investigacion que realizó El Tiempo, donde muestran cómo se esfumaron, con pruebas, más de 50 mil millones de pesos.
Ojalá se investiguen los recobros realizados por las EPS al Fosyga -que superan varios billones de pesos- así mismo, las autorizaciones que se surtieron por parte del Ministerio de Salud para cruzar la base de datos con los beneficiarios y saber quienes fueron los que cobraron.
Mientras que en Colombia se siga enviando el mensaje equivocado, que delinquir sí paga, no habrá ni pena de muerte que ponga a temblar a los bandidos y delincuentes; ni acuerdo de paz con grupos que nacieron por la descomposición social del Estado y mientras la sociedad siga siendo permisiva con los ladrones de cuello blanco, muchos creerán, que la oportunidad de robarse a la Salud, es única, y nada pasará.
En manos del Fiscal General de la Nación, está la posibilidad de que los colombianos recobren la fe y la esperanza en la justicia, o por el contrario, que los corruptos, sigan haciendo de las suyas, sin que nada les pase.
Colombia, único lugar en el mundo donde ser pillo paga y se premia.
Pd: Juan Manuel Santos, nuestro presidente, está empeñando el país a los políticos que salen en masa apoyando el SÍ en el plebiscito, a cambio de cuotas burocráticas. Eso no es nuevo. Lo nuevo es que por debajo de la mesa, prometió cumplir, solo después del 2 de octubre.