No habrá plebiscito, ni en agosto, ni en septiembre, ni en octubre…
El plebiscito correrá la misma suerte de la Ley del referendo.
Es requisito imprescindible que el Acuerdo este firmado para poder convocar el Plebiscito.
La campaña es SÍ a los Acuerdos o NO a los Acuerdos, la palabra paz no puede ser usada y resulta indignante que salgan altos funcionarios del Gobierno Nacional a jugar con los términos y expectativas del plebiscito. Primero fue el ministro del posconflicto, quien muy vistoso, señaló que el plebiscito se podía realizar en septiembre. Acto seguido lo secundó el ministerio del interior, que sin ruborizarse, lo acompañó en dicho propósito, como si no conocieran la norma, o por el contrario, quisieran jugar con la paciencia e inteligencia de los colombianos. Pero como si lo anterior fuera poco, Juan Manuel Santos, anuncia que en dos o tres semanas puede convocar el plebiscito, sin que este firmado el acuerdo, y que la Corte lo avaló en ello.
¿Acaso es posible tanto cinismo?
La Corte Constitucional señaló lo contrario y condicionó la exequibilidad del proyecto de Ley analizado, a que antes de convocar al Congreso para que decida la realización del plebiscito, ya debe haber acuerdo final firmado.
La sentencia C-379 de julio 18 de 2016, anuncia a través de comunicado de prensa, que sólo hasta el 12 de agosto se conoce su texto completo, faltando los dos salvamentos de votos y las diferentes aclaraciones, por lo cual, en caso de que se llegue a firmar un acuerdo en cualquier momento, no es posible realizarlo, sin cumplir unos requisitos (que son bastantes):
1. Que la Corte Constitucional tenga la sentencia con la firma de los siete magistrados que la avalaron, más los dos salvamentos de votos, y las diferentes aclaraciones.
2. Que la Corte resuelva las solicitudes de incidente de nulidad o solicitud de aclaraciones.
3. Una vez ejecutoriada la sentencia que la Corte remita copia auténtica a la mesa directiva del Congreso de la República, para que esta la remita al Gobierno Nacional para que sancione la correspondiente Ley y sea publicada en el Diario Oficial.
4. Además, y luego que se firme el acuerdo final en el que faltan varios puntos, y que se aclare lo correspondiente a las 29 salvedades (Ver Informe comisión histórica), el presidente debe informar al Congreso de la República que quiere realizar el plebiscito y para ello se cuenta con un término máximo de un mes por parte del Legislativo para pronunciarse.
5. El Gobierno debe asignarle a la Registraduria Nacional $350.000 millones para llevar a cabo dicho certamen democrático, contando para tales efectos con dos meses. Por lo tanto, es requisito fundamental, que para convocar el plebiscito exista la firma del acuerdo final, el cual debe ser socializado en paralelo con la convocatoria con congreso, tal y como lo ha ordenado la Corte Constitucional.
El periodista Juan Lozano vía El Tiempo también escribió que el gobierno no puede seguir abusando, ni atropellando con su campaña, además, deja en claro, que tal y como lo ha señalado la Corte Constitucional, en juego no está la paz, sino la aprobación o no de los Acuerdos de La Habana, dos cosas totalmente diferentes, por lo cual, los promotores del SÍ, no pueden realizar campaña usando la paz, ni estigmatizando a los del NO. Acá se necesita que el Consejo Nacional Electoral y la Procuraduría General de la Nación actúen de manera inmediata.
Insistimos, los tiempos del plebiscito, en caso de que se firme el acuerdo, no dan para realizarlo, en el 2016, ya que hasta el momento la sentencia de marras, no se encuentra ejecutoriada y falta que se resuelvan los más de 17 recursos que se habían presentado hasta el día jueves.
Con las anteriores precisiones, es importante señalar que tal y como lo ha dejado en claro la Corte Constitucional, en juego no se encuentra la paz, sino la refrendación de los Acuerdos de La Habana. Acá debemos ser enfáticos, para exigir que no haya manipulación.
Pero lo que sí parece, es que el gobierno aun sabiendo esto, esta desperdiciando una cantidad enorme de dinero que hasta las Farc están aterradas de los contratos millonarios que se reparten entre lideres de izquierda, clase política, ciertos medios de comunicación y un montón de fundaciones y movimientos colectivos que salieron a recoger el contratico para ser pregoneros de babas porque concreto no hay nada.
Pero aquí no pasa nada…
@leszlikalli