La exsenadora uribista Ana Mercedes Gómez-Martínez se refiere al plebiscito y aclara algunas infamias que se han lanzado en su contra.
LOS IRREVERENTES. A raíz de la captura del exministro Andrés Felipe Arias en Miami, se ha visto en las redes sociales un ataque descomedido e infame en su contra, señalándola de ser beneficiaria del programa Agro Ingreso Seguro, AIS.
ANA MERCEDES GÓMEZ. Qué bueno poder hacer la aclaración una vez más, porque hay gente con memoria corta, muchas veces a propósito. Quien era mi esposo, ingeniero agrónomo, gestionó un crédito pequeño para un invernadero. Fue de $80 millones de pesos. La solicitud del crédito pasó todos los controles y fue otorgado por el Banco Agrario.
Hice el crédito con el compromiso de pagar unos intereses mensuales y una amortización a capital semestralmente.
L I. Por lo que dice, no hay nada extraño ni irregular en el crédito.
A M G. Todo estuvo bien, en regla, sin ningún problema. Resulta que después estalló el escándalo que le hicieron, yo creo que injustamente, a Agro Ingreso Seguro. En ese momento, el ministro no era Andrés Felipe Arias, sino Andrés Fernández. Yo no sabía que al Banco Agrario, donde tramité el crédito, lo habían englobado dentro de AIS.
Le hicieron un debate al ministro Fernández en el Senado y con posterioridad al mismo, saqué un editorial en El Colombiano diciendo que el ministro se había defendido muy bien y que había dado claridad absoluta.
A finales de noviembre de 2009, me llamó María Teresa Ronderos que creo que era editora general de la revista Semana, la que maneja el sobrino del presidente. Me dijo que en la revista estaban haciendo unas pesquisas y que figuraba yo como beneficiaria de AIS. Le expliqué que lo que yo tenía era un crédito con el Banco Agrario.
L I. Le quiero insistir: ahí no hay nada raro ni que pueda despertar la más mínima sospecha o inquietud.
A M G. Ese año me fui a pasar la Navidad a Barcelona con mi hijo que estudiaba allá. Al regresar a Medellín a comienzos de enero, salió en Semana una columna de Daniel Coronel diciendo que yo falté a la ética cuando escribí el editorial en defensa del ministro Fernández, pues según él yo debí haberles dicho a los lectores que era beneficiaria de Agro Ingreso Seguro.
L I. Para aclararles a los lectores. Usted no fue beneficiaria de los cuestionados subsidios de Agro Ingreso Seguro, sino que solicitó un crédito al Banco Agrario el cual fue oportunamente pagado.
A M G. Yo le solicité un crédito al Banco Agrario sin saber que éste hacía parte del programa AIS y mi pecado, según Coronel, es que yo no puse en el editorial en cuestión que yo era beneficiaria de Agro Ingreso Seguro. Me parece como ridículo, porque es como si yo saco un crédito para un carro y entonces quedo impedida para decir que no puedo decir que los precios de los créditos están muy altos.
Yo procedí con total transparencia en ese caso, pero he sido objeto de muchos señalamientos mentirosos y desmedidos. Hay gente que me iguala a la familia Dávila Abondano de la costa que fraccionó predios para recibir subsidios a los que no tenían derecho; ahí estuvo involucrada una reina de belleza que era novia de un de los Dávila Abondano. A mí no me regalaron nada. Yo pagué el crédito con sus intereses.
L I. Hablemos de la situación política nacional. ¿Ya leyó los acuerdos?
A M G. No, no los he acabado de leer. Pero lo que me va quedando claro es que el gobierno se rindió y estamos frente a un triunfo que están reclamando abiertamente los guerrilleros de las Farc. Yo estoy de acuerdo con la paz; sé que este es un país inequitativo. No me cansaré de escribir que tenemos que compartir lo que tenemos y lo que sabemos para que podamos construir una clase media. Debemos tener igualdad de oportunidades. Yo quiero la paz, pero no la paz que se firmó en La Habana.
Estuve en “El Caguán” y allí fui quien renunció a la mal llamada “comisión de notables” en la época de Andrés Pastrana. En esa oportunidad le dije al presidente: yo no voy a firmar para tirar a este país al vacío. Se está repitiendo la historia.
L I. El Centro Democrático está liderando la campaña por el NO en el plebiscito. ¿Usted va a votar el plebiscito y en qué sentido?
A M G. Desde hace tiempos estoy diciendo que voy a votar el plebiscito y lo voy a votar NO, porque le he hecho seguimiento a todo lo que se ha hablado en La Habana. Me duele mucho que mi país entre en la órbita comunista, a un comunismo peor que el soviético. Yo quiero un Estado social de derecho, un país donde todo el mundo tenga estudio, trabajo. Un país con una amplia clase media.
L I. Leyendo el componente de justicia del acuerdo con la banda terrorista de las Farc, ahí se lee que el Tribunal de Paz será prevalente. No se dice cuánto tiempo durará ese tribunal de paz. Entonces, tendremos dos justicias, una de ellas, la de las Farc, por encima de la ordinaria y sin saber durante cuánto tiempo. ¿Eso no creará un verdadero caos que ponga en riesgo a nuestro Estado social de derecho?
A M G. Claro que sí. Además, hay que pensar quiénes son los que conforman ese tribunal especial de paz. Uno se llena de dudas y de angustia. No va a ser un tribunal justo. Va a ser un tribunal acomodado a lo que quiere la guerrilla. Es que le entregamos el país a las Farc.
L I. Se siente el rechazo y la indignación en un amplísimo sector de la opinión pública. ¿Ese sentimiento será suficiente para ganar el plebiscito?
A M G. Dios quiera que sí. Si las elecciones son limpias, el NO gana. Pero hay tanta mermelada repartida y propaganda a la manera de Goebbels. Yo le tengo mucho miedo a los chanchullos que va a haber. Me acuerdo de la elección presidencial, lo que pasó con Oscar Iván Zuluaga que en los dos primeros boletines de la registraduría iba ganando, pero a partir del tercero, con un 85% escrutado, sospechosamente la ventaja era de Santos. Este es un país que sabe mucho de corrupción y el sistema electoral deja mucho que desear.
L I. A pesar de lo que indica, hay que dar la batalla democrática y persistir en la tarea porque al final del día, la historia terminará por darle la razón a la tendencia política de la que usted hace parte.
A M G. Eso no significa que sigamos luchando para conquistar lo que buscamos. Y esto no es un tema que se limita al Centro Democrático. Hay muchas personas que no hacen parte ni quieren al Centro Democrático, pero no están dispuestas a permitir que Colombia se entregue al Castro-Chavismo. De modo que tenemos que multiplicar la votación por el NO al punto de que no haya mermelada capaz de taparnos.
@IrreverentesCol