Gaviria por la procuraduría
Con ocasión de la elección del Fiscal General de la Nación, el expresidente César Gaviria estuvo muy activo pues intentó, de todas las formas posibles, que incluyeran a Jorge Fernando Perdomo en la terna. Grande fue su molestia cuando se enteró que el presidente Santos había resuelto armar una terna en la que no estuvo el nombre del exvicefiscal y prohijado suyo.
Como es sabido, el ataque de histeria del expresidente fue de tal magnitud que reaccionó zapateando y en medio de los alaridos aseguró que jamás volvería a pisar los predios de la Casa de Nariño.
Pasó la rabieta
Poco duró la molestia del expresidente quien tiene a su hijo Simón en el gabinete y a muchos recomendados suyos en diferentes cargos de la administración.
Su compromiso con Perdomo continúa incólume y sigue buscándole puesto pero esta vez no quiere depender únicamente del presidente. Puso a rodar el nombre de Perdomo como candidato a la Procuraduría General de la Nación y ahora pretende que se lo ternen ya sea en la Casa de Nariño o en la Corte Suprema de Justicia.
Plan B
A pesar de tener compromiso ineludible con Perdomo, Gaviria tiene su plan B para la procuraduría. Se llama Humberto Sierra Porto quien también goza del respaldo del contralor Edgardo Maya Villazón.
Así las cosas, Gaviria, que condicionó su apoyo al SÍ en el plebiscito a cambio de que en Casa de Nariño le cumplieran con incluir a su candidato en la terna para la Procuraduría General de la Nación, con cara o con sello resultará ganador en este pulso de la elección del sucesor de Alejandro Ordóñez.
¿Y los conservadores?
El único factor que no cuadra en la carambola que están planeando hacer para la elección del Procurador es que los candidatos que promueve el expresidente son liberales y desde hace algunos años ese puesto le ha sido reservado a una cuota del partido Conservador que ha respetado que el Fiscal, el Contralor y el Defensor del Pueblo sean de los demás partidos que integran a la coalición de gobierno.
El problema es que si los conservadores pierden la Procuraduría, ya no habría otro cargo de relevancia para darles a cambio, pues los demás organismos de control fueron recientemente asignados.
Plebiscito sin pregunta
Ayer en el debate que tuvo lugar simultáneamente en el Senado y la Cámara de Representantes para aprobar la solicitud presentada por el presidente para convocar a un plebiscito, llamó la atención un hecho significativo: Santos entregó la carta pidiéndole al Congreso que los autorice la convocatoria del plebiscito, tal y como ordena la ley. Pero en su misiva no envió la pregunta que quiere formulares a los ciudadanos.
Como es costumbre del gobierno, lo que quiere es que el legislador le entregue un cheque en blanco, lo cual es sumamente riesgoso pues como ha resuelto al Corte Constitucional lo que se apruebe por parte del pueblo entrará a hacer parte de la Constitución.
Darle un cheque en blanco a un tahúr como Santos, resulta igual o más irresponsable que entregarle un revólver a un hombre con ideas suicidas.
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