El precandidato presidencial Iván Duque argumentó en Barranquilla las razones por las que hay que votar NO en el plebiscito.
Iván Duque en Barranquilla defendiendo el NO
En el debate que tuvo lugar en la Universidad Autónoma del Caribe sobre el plebiscito, el senador y precandidato uribista a la presidencia, Iván Duque era el único de los convocados que defendía la opción del NO.
Al empezar su intervención, Duque le envió un fuerte golpe al expresidente César Gaviria al decir que “lamento que tengamos que llegar a este punto de la reunión y que quien ha venido hoy acá en defensa del SÍ, haya huido de la reunión para no escuchar a la ciudadanía, para no escuchar las ideas, lo que me ratifica que este proceso plebiscitario es un diálogo de sordos”.
El auditorio, indignado con la actitud soberbia de César Gaviria quien minutos antes había dejado tirado el debate, rompió en aplausos al oír las palabras de Duque.
El falso dilema de paz y guerra
Duque expuso sus argumentos respecto de porqué se debe votar NO en el plebiscito y lamentó que el debate del plebiscito se esté llevando a una emulación entre amigos de la paz y amigos de la guerra. Los defensores del SÍ “no pueden decirles a los colombianos que reclamar cárcel para los máximos responsables de crímenes de lesa humanidad es una actitud vengativa. Nosotros ratificamos el Estatuto de Roma para que no quedaran en impunidad crímenes como el reclutamiento de niños, los homicidios selectivos, la tortura y eso es lo que ahora estamos defendiendo”.
Recorderis del sadismo de las Farc
En su amplia exposición, Duque hizo énfasis en que las Farc nunca han respetado el Derecho internacional Humanitario. “¿No recuerdan el año pasado esos soldados que estaban dormidos en Buenos Aires, Cauca y fueron masacrados por las Farc?”, le preguntó el precandidato a quienes asistieron al importante debate.
La lagarteada de Mauricio Lizcano
El presidente del Senado, Mauricio Lizcano no es un hombre con mayores méritos académicos ni relevancia intelectual. Llegó al Congreso por carambola, luego de que su nombre tomara algo de reconocimiento durante el secuestro de su padre, quien duró bastantes años en poder de las Farc.
A Punta de maniobras políticas logró llegar a la presidencia del Senado, dignidad que jamás debió haberse cruzado por su imaginación.
Y como todo aquel que alcanza una inmerecida posición de poder, Lizcano ha dado rienda suelta a toda suerte de excentricidades. Ayer llegó al extremo de suspender temporalmente el juicio político que se adelantaba contra el magistrado Jorge Pretelt para permitir que un alemán, miembro del Parlamento Europeo leyera un discurso en la plenaria del Senado.
Lizcano se notaba feliz, sacándose fotografías con el político teutón y dicen quienes lo conocen que al final quedó un poco frustrado porque no logró convencer al visitante que lo acompañara al departamento de Caldas, de donde es oriunda la familia Lizcano.
El crimen de las Farc: