Hacia el medio día del viernes pasado me envía una foto mi amigo Aldo Castillo desde el monumento de Álvaro Gómez Hurtado ubicado en la Cra. 11 con 86 de Bogotá. En la foto, aparece una leyenda: Duke, alguien la puso. Imborrable. No sabría si se refiere al disco Duke de la agrupación británica Genesis o a duque o cuál mensaje nos quieren enviar o, simplemente, un graffitero que pasó por ahí y no tenía idea alguna de quién fue AGH demostrando su ignorancia.
Después, nos fuimos de almuerzo. Al preguntarme por el caso del Dr. Álvaro: nada, nada, de nada, le contesté Y, ¿será que Néstor Humberto Martínez hace algo? Vamos a ver, pero lo dudo, dijo el sancudo. Qué triste, no. Sí, que triste, Aldo.
Álvaro comentó lo siguiente en Enero de 6 1978: es necesario que cada colombiano que se sienta miembro de su sociedad, una sociedad cristiana, vuelva sobre sus pasos. Nos corresponde un papel de liderazgo en la región. En medio de tantas violaciones públicas y privadas dentro y fuera de nuestra frontera, una saludable reacción general puede ser el ejemplo para el continente y para un mundo que se desvía y descarrila cuando se aparta del cristianismo.
Durante su vida pública, Álvaro contó con una virtud. Fijó posiciones en cada tema. En cada ocasión. En las tres campañas a la presidencia en las cuales participó.
Es que lo peor que le puede suceder a una sociedad consiste en que se caiga en unanimidad de criterios como la actual. Es, precisamente, lo que le está sucediendo al Partido Conservador quien por cuenta de sus compromisos conyugales con la Unidad Nacional le cuesta fijar posiciones con respecto al acontecer diario nacional. ¿Cómo es posible que no se pronuncie sobre el desastre económico que nos está dejando el mejor ministro de hacienda del mundo (en minúscula)?
En cambio, hay que ver como la senadora Paloma Valencia con coraje, valentía y pundonor fija posiciones. Su discurso con respecto a porqué votar NO en el plebiscito tramposo de huanpa Stalin Kerenski, es un ejemplo. Yo, les confieso que hacía mucho tiempo no escuchaba un discurso tan contundente. Con energía, con vigor, con el brazo derecho.
Mencionó que NO podemos aceptar que nos igualen a los terroristas. Que los terroristas de La Habana deben pagar cárcel. Que NO podemos aceptar a este gobierno corrupto que compra todo con mermelada.
Al final, con el auditorio dominado, dijo: NO, al plebiscito tramposo. El auditorio respondió ovacionándola durante unos cinco minutos.
Es que de eso es lo que se trata. De fijar posiciones como lo hacía Álvaro y ahora lo hace la senadora Paloma.
En el 2016 tenemos la oportunidad, la sociedad en su conjunto, para votar no solamente en el plebiscito tramposo de huanpa. También, para fijar una posición en contra de la vagabundería de su desgobierno.
En medio de tantas violaciones públicas, bien podría Paloma ser la llamada a una saludable reacción espontánea de la sociedad para que se despierte del letargo en que se encuentra. Bien podría Paloma hacer un llamado de la sociedad colombiana para que se rebelara frente a todo lo que está sucediendo.
La idea de Andrés Pastrana debe ser acogida por huanpa y aceptar el reto.
Las 60 preguntas del señor Procurador Alejandro Ordoñez, deben ser respondidas. Los colombianos merecemos conocer la verdad. ¿A qué le teme? ¿Por qué no le responde al Procurador?
Aunque, escuchando a David Bowie quien se preguntó: Is there a life on mars, a esta altura del partido cuando las primeras encuestas dicen NO – incluyendo a la W Radio Opinómetro, quién no ve cómo acomodar más a un gobierno tramposo – is there any plebiscito.
¿Habrá plebiscito? Lo dudo, dijo el sancudo. Porque hecho el plebiscito, hecha la trampa. Ahora resulta que como las encuestas le dicen que NO, entonces no se necesita la firma. ¡Ah! gobierno pa’ tramposo. ¿Qué hará? ¿Más trampas? ¿Más chantaje? ¿Más Manipulación?
Como dicen las señoras, ¿saben qué?, Me cansé. NO MAS HUANPA. NO MAS FARC. People on the streets es lo que se necesita.
Me quito el sombrero ante la senadora Paloma Valencia.
Puntilla: Y que tal la Parodi con su cartilla homosexual ¿Dictadura Gay? Y que tal el cura de la Porciúncula, desde el púlpito con toda en contra del proceso de paz de La Habana. Mejor dicho, se puso color de hormiga.