Días antes de terminar su mandato la mayoría de bogotanos creíamos que nos íbamos a librar de ese cáncer. Lastimosamente no fue así.
Y es que cada día y con más fuerza desde los más diversos escenarios, Gustavo Petro y sus iracundos seguidores no dejan pasar oportunidad para insultar a la actual administración y por su puesto para alabar a ese cáncer que acabó con Bogotá. Sin embargo, llama poderosamente la atención cómo muchos de esos seguidores que en un principio se mostraban como férreos amantes de la causa petrista (sin interés alguno); resultaron ser, mejor, férreos amantes de la contratación de la Bogotá Humana.
De lo anteriormente dicho los ejemplos sobran, no obstante podemos traer a colación a la ex contratista María Fernanda Carrascal Rojas, una persona que en los 4 años de la administración Petro tuvo la fortuna de tener 3 corbaticas en diversas secretarías, esto muy a pesar de ni siquiera tener título universitario. Lo curioso y es que cada vez que se le preguntaba por lo mismo se dedicaba a interponer querellas por supuesto “acoso”.
También encontramos a otros personajes, pero de menor nivel y con contraticos más humildes, como es el caso de Oswaldo Ruíz Agudelo, quién escondido tras un perfil de Twitter se dedica a despotricar día y noche de la actual administración. ¿Todavía estará desempleado?
Con lo expuesto pretendo criticar cómo se manejaban los contratos en la anterior administración y es que los que hoy dan lecciones de “gerencia”, despilfarraban los impuestos de los bogotanos a más no poder. Basta recordar cómo contrataron personas para simplemente repartir periódico donde se alababa las “obras” de la Bogotá humana. Creo que si bien la administración Peñalosa ha tenido grandes errores e importantes logros, nos debemos sentir afortunados porque terminó esa horrible noche.
Por lo pronto, creo que no debemos subestimar los alcances de Gustavo Petro. Tiene un ejercito de ex contratistas que son capaces de lo que sea con tal de volver a tener trabajo. ¿Se imaginan una Colombia humana? ¡Qué miedo!
Cambiar de posiciones en materia política y madurar las mismas puede ser considerado como normal, pero lo que sí deja mucho que desear es que esos “ideales” estén atados a un miserable contrato. Por otro lado, es ridículo y hasta chistoso cómo muchos de esos ex contratistas que hace unos meses hacían tutelatones para impedir la revocatoria del jefe, desde el día 1 de la administración Peñalosa comenzaron a crear un movimiento para revocarlo.
Entre tanto y respecto al caso de Felipe Correa: Lamentable la manera como algunos medios de comunicación -y algunas personas-, valiéndose del morbo y del chisme, se dedicaron a especular sobre lo sucedido hace unos día, a tal punto que la familia Correa Fernández tuvo que salir a pedir respeto en una misiva que hicieron pública.
Increíble que muchos piensen que el hecho de compartir una foto en redes sociales para ayudar a ubicar a un desaparecido les da el derecho de inmiscuirse en la vida privada de alguien…. Definitivamente, ese episodio doloroso habla muy mal de nosotros como sociedad y como personas. Al margen de lo que haya sucedido, espero que Dios tenga en su gloria a Felipe y le dé fortaleza a su admirable y valerosa familia.