Derroche para la paz

Derroche para la paz

Por cuenta de la firma de la paz,  la Casa de Nariño está concentrada en la suscripción de millonarios contratos.

El espectáculo de Cartagena, con banderas, calles empapeladas, flores en todas las esquinas, viandas y banquetes por doquier no salió, ni mucho menos, gratis. En tiempos de crisis, cuando el ministro de Hacienda amenaza con hacer una reforma tributaria con la que drenará aún más los bolsillos de los agobiados contribuyentes colombianos, el gobierno dio una muestra más de su talante derrochador e insensible. Cuando no hay recursos para atender las necesidades de los niños de La Guajira que mueren de hambre, la Casa de Nariño no tuvo límite alguno en los preparativos del show de la firma del acuerdo con la organización terrorista de las Farc.

Vuelven la almendras

Las célebres almendras que tanta irritación causaron en los colombianos, volvieron a ser compradas con el objeto de entregárselas a los ilustres visitantes que estuvieron en Cartagena atendiendo el acto circense de la firma del acuerdo de paz. El pasado 19 de septiembre, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República suscribió un contrato de $20.952.500 con el señor Juan Pablo Gallo Ruiz, gerente de la fábrica de almendras Triunfo.

Dicha compañía proveerá 500 cajitas de almendras, elegantemente empacadas –el precio de cada una es de $41.905 pesos- a los asistentes al acto de Cartagena. Es posible que la Casa de Nariño haya decidido dejar algunas en bodega para serles remitidas a algunos periodistas y opositores, en caso de que se requiera.

Y como el evento de la firma, que en efecto fue la cuota inicial de la campaña de Santos por su anhelado premio Nobel de Paz, debía quedar delicadamente registrado en las televisiones de todo el planeta, la presidencia, esta vez a través del Fondo de Programas Especiales para la Paz -Fondopaz – ordenó un multimillonario contrato de $630 millones de pesos con Radio Televisión de Colombia –RTVC- para la producción y realización del evento que tuvo lugar en la ciudad de Cartagena.

Dicho contrato, celebrado entre la directora de Fondopaz, María Inés Restrepo Cañón y la subgerente de televisión de RTVC, Adriana López Correa, se suscribió el pasado 21 de septiembre, horas antes de que tuviera lugar el show de Cartagena.

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A pagar escoltas

Al parecer, el mes de septiembre  fue el de las grandes contrataciones por cuenta de la paz. Costosísimas cajas con almendras, sofisticadas transmisiones de televisión y convenios de miles de millones de pesos con la Unidad Nacional de Protección –UNP- y la Policía Nacional para contratar vehículos y escoltas que cuiden a los terroristas de las Farc que se concentrarán en las denominadas zonas veredales y en los campamentos que les fueron asignados por el gobierno nacional.

El 19 de septiembre de 2016, la directora de Fondopaz, el director de la UNP y el director encargado de la Policía, suscribieron el contrato 178 por $3100 millones de pesos para que desde ahora y hasta el 31 de diciembre del presente año se dispongan camionetas blindadas para llevar a los guerrilleros a sus zonas de concentración, se paguen escoltas, se cuiden las armas y los explosivos de las Farc y se le brinde seguridad a las personas que la guerrilla indique.

Con el dinero de los colombianos habrá que financiar el billonario costo del acuerdo de La Habana y, para completar la fotografía, además hay que pagarles los escoltas y la seguridad a los jefes terroristas y a todos aquellos que ellos digan que deben ser protegidos por el gobierno.

Al final del día, todas esas excentricidades y muestras de fantochería del gobierno colombiano, deberán ser asumidas por los ciudadanos de a pie que serán sometidos a una agresiva y alcabalera reforma tributaria que incluye el aumento del IVA, perjudicando el bolsillo de absolutamente todos. Mientras tanto, las Farc quedaron exentas de devolver los miles de millones de dólares que tienen en su poder como consecuencia de largos años de narcotráfico, secuestros, extorsiones y robos. La fortuna de los terroristas se mantiene intacta y los colombianos que han sido víctimas de su accionar delincuencial, además de ver cómo se materializa la impunidad, estarán obligados a pagar los lujos y hasta los escoltas que cuidarán a quienes han sido los más implacables y sanguinarios victimarios de Colombia.

@IrreverentesCol